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De Demos y Otras Hierbas

Benditos sean los demos. O sea, siempre dejan gusto a poco, con una leve sensación de frustración y, en el mejor de los casos, con ganas de querer comprar el juego completo. Y bueno, ese siempe fue el motivo principal por el cual un demo fue hecho: ser un teaser, una probadita, algo para precalentar.

En ese sentido, los demos son fundamentales para generar expectación, buzz o boca-en-boca. Y al igual que los mismos juegos que representan, pueden ser mediocres, fomes o derechamente maravillosos.

Pues bien –y dado que uno no es millonario– muchas veces jugar demos es la única forma que existe para acercarse a algún título en particular. Y por suerte, éstos abundan. Vaya entonces unos comentarios sobre algunas novedades como el esperado Splinter Cell: Conviction, el Just Cause 2 y el nuevo Game Room, en Xbox Live.

Partamos con el Game Room: este es un curioso juego/plataforma/servicio gratuito, exclusivo para la Xbox 360 (disponible como descarga en Xbox Live), que funciona como un salón arcade al que uno le va a agregando máquinas clásicas, con gabinetes, ruido ambiente y todo, en sus distintas salas. La idea de replicar -nostalgia mediante- un aracde ochentero.

Desarrollado por la australiana Krome Studios, Game Room presenta juegos retro que, al menos en una primera camada, replican títulos de viejas consolas caseras como el Atari 2600 o la Intellivision, aunque a futuro que otras máquinas se vayan sumando, hasta llegar a unas mil en tres años.

Lo mejor de todo es que las máquinas se pueden jugar por un máximo de 10 minutos en su versiuón demo. Y créname, esos juegos no son para estar más de ese tiempo. Así que vale la pena, como para darse una ducha de viejos juegos retro.

Por otro lado, el Just Cause 2 es algo absolutamente opuesto. El primer juego, probado en la PS2, me gustó mucho. Fue como una especide de Grand Theft Auto, pero en una isla triopical y con personajes latinos. Rico Rodríguez era el cool protagonista, con su particular cruce entre el Antonio Banderas de El Mariachi y Rambo.

El juego ofrecía una entretenida variación entre los juegos sandbox, es decir, esos que puedes realizar las misiones a tu gusto y moverte de manera no lineal. ¿El objetivo central del juego? Provocar caos y explosiones a granel.

Lo interesante de este demo, aparte de las novedades del juego, es que dura exactos 30 minutos y te permite hacer lo que quieras, a diferencia del común de los demos, que sólo duran una o dos etapas y ya. Veredicto: lo quiero.

Finalmente, tenemos el muy esperado Splinter Cell: Conviction. El último capítulo de la saga stealth de Tom Clancy, siempre protagonizada por el incombustible Sam Fisher (mezcla de Jack Bauer con Jason Bourne), debuta en consolas de esta generación y vaya que la cosa tiene un vuelco visual importante. Aunque además de verse mejor, el juego presenta algunas novedosas innovaciones.

El demo presenta dos breves secuencias y ambas supongo que despliegan bastante bien el carácter del juego. La primera es un brutal interrogatorio en un baño público, mientras que la segunda es la infiltración aun galpón lleno de villanos armados. Todo resulta más fluido y atractivo que en aventuras anteriores. Lo que ya es bastante decir.

Es cierto: por diversas dificultades, Ubisoft Montreal se demoró más de la cuenta en sacar adelante este juego, pero que más da. El juego delivers. Veredicto: también lo quiero. Ahora ya.