En esta esquina del ring, tenemos al juego deportivo probablemente más popular de nuestro país, proveniente de las tierras niponas de Konami: el Pro Evolution Soccer, más conocido como Winning Eleven.
Y en el otro rincón, tenemos a su contendor, de parte de Electronic Arts: el sólido FIFA 09.
Como todos los años, el match es brutal. Se trata de la contienda anual entre los dos videojuegos de fútbol más apetecidos por el público.
Antes, un poco de historia. Consignemos que la popularidad del Winning Eleven, que el 2007 hizo su transición nominal a Pro Evolution Soccer (PES), es indiscutible.
Desde que la saga, producida por Shingo Takatsuka, debutara en julio de 1995 con el World Soccer Winning Eleven, su legión de fanáticos fue en aumento. Mientras, el FIFA nunca fue una amenaza. El Winning era el rey indiscutido del balompié virtual. Pero el año pasado algo sucedió.
La versión anual del PES fue duramente criticada y el público reaccionó acorde. Principalmente, sus fallas se debían a la jugabilidad online, elemento esencial a la hora de competir con amigos a distancia.
Fue tanto, que Konami emitió una declaración de disculpas a sus fans por el mediocre resultado técnico del juego.
Lógicamente, Electronic Arts aprovechó el descuido para que su FIFA diera más que hablar. Y lo ha logrado. La migración ha comenzado (Y ojo que el soundtrack del Fifa 09 viene con un tema de nuestro crédito local, DJ Bitman).
Hoy, sin embargo, la cosa no está tan clara. En cada bando hay fanáticos defendiendo su juego favorito. Un debate tan ejemplar como los Beatles vs. los Rolling Stones, la Coca-Cola vs. la Pepsi o Colo-Colo vs. la U.
Son las eternas discusiones de la sabrosa cultura pop.