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Diablo III: Sí, Existe (1a. Parte)

Irvine, California. 15 horas. El sol pega fuerte en el campus donde se encuentran las oficinas de Blizzard Entertainment– Ya saben, el estudio que en los últimos años se ha hecho mundialmente famoso –y millonario– con tres franquicias que indiscutiblemente ya se encuentran en el Olimpo de los videojuegos.

Porque a estas alturas, hablar del World of Warcraft o del Starcraft sería redundante. En cambio, la saga Diablo sigue manteniendo ese aura entre misteriosa y bastarda.

Mal que mal, el Diablo II salió hace ya once años y, ahora que ya salió el Duke Nukem Forever, el trofeo al juego más demorado recaería en la esperada tercera parte de la saga. Que por cierto, sí existe.

Esa era la idea de la invitación hecha a Bola Extra por parte de Blizzard Entertainment: contarle al mundo de que el Diablo III sí existe. Pero obviamente, ir a conocer el juego fue sólo parte de la visita. Porque también aprovechamos de conocer las oficinas, los jardines y los rincones de los cuarteles generales de Blizzard.

El campus se ubica en Irvine, parte de Orange County, y a poco menos de una hora de Los Angeles, hacia el sur. El lugar es inmenso. Efectivamente, como si fuese el campus de una universidad.

O sea, cerca de 1.500 personas trabajan ahí. Hay jardines, varios edificios, cafeterías, extensas oficinas y todo lo imaginable. Pero lo que más hay es una infinita imaginería de los juegos de Blizzard.

Wanna play a game?: la biblioteca de juegos que hay en las oficinas de Blizzard es espectacular.

 

 

Es cosa de recorrer los pasillos. Cada habitación y oficina está repleta de juguetes, pósters, muñecos, libros y souvenires varios relacionados con los personajes del juego y del universo Blizzard.

Cuadros, estatuas, representaciones en tamaño real. El lugar es un paraíso laboral. Al menos desde nuestro punto de vista de gamer y fan.

 

Los distintos equipos que se reparten entre las oficinas poseen distintas salas de relajo. Hay videojuegos originales tipo Street Fighter y, por supuesto, todas las consolas y perifércios imaginables. Rock Bands, Kinects, PS Move, Wiis. Lo que quieran.

Pero lo mejor es la biblioteca. Además de tener diversos volúmenes relacionados con el noble arte de la creación de videojuegos, el lugar estaba lleno de juegos originales para todas las plataformas actuales. Algunos tenían varias copias.

Le pregunté al encargado cuál era el juego más requerido últimamente. No se demoró mucho en responder: “El Knights of the Old Republic”.

Rato después, subimos a probar el juego. Había dos salones dispuestos con varias estaciones donde medios de todos lados pudieorn probar el juego. De hecho, estaba la cfema y nata del periodismo gamer: Destructoid, Joystiq, The Escapist, Game Informer, etc.  Estaban todos. Y obvio, también Bola Extra.

Y no sentamos a jugar el demo. Varias horas. Y volvemos a insistir: aún no hay fecha de salida. Pero es una realidad. Lo jugamos. Y está bueno. Pero los comentarios respecto al demo del Diablo III se vienen en el siguiente posteo.