Sería hasta un poco ocioso detenerse en lo que significa para el mundo gamer el estreno de este nuevo capítulo en el popular universo de ciencia ficción desarrollado por la norteamericana Bungie, de manera exclusiva para Microsoft.
En vez, y aunque suene frío, lo verdaderamente trascendente de este lanzamiento son los increíbles cifras que este videojuego ha logrado. Al grano: US$ 200 millones en sus primeras 24 horas a la venta. Sólo en los EE.UU. y en Inglaterra, ha sido el estreno exclusivo más exitoso de todos los tiempos. Wow.
Por lo pronto, ya superó en ventas al Halo 3, que en su momento –septiembre del 2007– fue un fenómeno de ventas y popularidad. Pero esto ha sido aún más potente.
Quizás tenga que ver el hecho de que este será el último juego diseñado por Bungie para Microsoft (a partir de ahora la franquicia pasa a ser manejada en su totalidad por Bill Gates y los suyos) o quizás haya influido que este sea el juego insignia de la Xbox o que los juegos de disparos en primera persona estén pasando por un momento único de popularidad, gracias a éxitos como la saga Call of Duty.
Como sea, al momento de jugar en línea, éstos son los juegos favoritos del público. Por lejos.
No es que los resultados sean una sorpresa. Cualquier persona que haya prendido una consola en el último tiempo tendría que saber que estos títulos son éxito seguro. El detalle es detenerse en las cifras.
Y, una vez más, compararlas con otras industrias del entertainment. O sea, las cifras del Halo: Reach son aún más contundentes que los estrenos de Iron Man 2 o Toy Story 3, por ejemplo.
Y eso que todavía hay que considerar que en los próximos meses se vienen otros millonarios blockbusters como el reboot de la saga Medal of Honor de parte de Electronic Arts, y un nuevo capítulo en la popular franquicia Call of Duty, de Activision. Ambos, juegos bélicos de disparos en primera persona.
O sea, la cosa se viene muy en grande. Da para pensar. Como para entender que la venta de videojuegos no es simplemente un artilugio para dejar a los niños de la casa tranquilitos.