Especificaciones técnicas
- Estudio Quantic Dream
- Publisher Sony Computer Entertainment
- Plataformas PlayStation 3, PlayStation 4, Windows
Tengo el recuerdo muy claro de la primera vez que jugué Indigo Prophecy –también conocido como Farenheit–, un título del 2005 que destacaba por su particular dinámica “cinematografía”. Algo se podía intuir que ese dinámica se refería no tanto a la calidad de sus gráficos, sino más bien al concepto de cómo el juego se desarrollaba. Era intrigante.
Ese misterio aumentaba todavía más cuando, antes de que el juego comenzara como tal, un video mostraba al creador del juego, David Cage, mostrando cómo se había hecho el juego.
Y claro, efectivamente, se mostraba cómo seres humanos eran grabados contra un fondo falso, por lo que se podría recrear una novedosa ‘hiperrealidad’ que pocas veces –al menos yo–, había visto.
Además, en vez de mover al protagonista, el juego avanzaba a través de comandos que aparecían en pantalla y que replicaban acciones y/o decisiones. Interesante.
La experiencia, como videojugador, no sólo fue novedosa sino que también provocativa. Porque el juego rompía ciertos códigos y forzaba al jugador no tanto a ejecutar acciones.
En vez, la idea eras tomar decisiones. Un poco como eran esos libros de “Escoge tu Propia Aventura”. El Indigo Propehcy no fue un éxito de ventas, pero sí se transformó en una aventura de culto.
Casi cinco años después, David Cage ha vuelto a la carga, nuevamente de manera exclusiva para el PlayStation 3 con el Heavy Rain. Considerando los avances gráficos y de procesamiento, si el Indigo Propehcy ya sorprendía con su hiperealismo, este nuevo título definitivamente deja con la boca abierta.
Llueve. Llueve demasiado y a cántaros en el mundo de Heavy Rain, una nueva sorpresa interactiva sólo disponible de manera exclusiva para usuarios del PlayStation 3.
Es un mundo húmedo, urbano, oscuro y que esconde las maquinaciones de un criminal en serie –llamado el Asesino del Origami– que azota un suburbio raptando y asesinando niños con el agua de las llluvias.
Los protagonistas son cuatro: un padre, aún devastado por la muerte de su hijo tras un accidente automovilístico, un cínico detective del FBI, una periodista insomne obsesionada con el caso y un detective de los bajos fondos, aunque con un corazón de oro.
Todos están tras el Asesino del Origami. Y la forma en que participa el jugador es poniéndose en los zapatos de todos estos personajes.
Podríamos decir que el juego es una revolución en lo que se refiere a narración interactiva, esa en donde los hechos se desarrollan como en una especia de serie de televisión y en donde el jugador debe aplicar movimientos en su control de acuerdo a la acciones de los personajes. Todo muy real.
Pero ya lo decíamos, el crédito es para la desarrolladora del juego, la francesa Quantic Dreams, que ya había sorprendido con el Indigo Propehcy.
Y claro, el truco vuelve a hacer noticia, amén de un importante barniz de hiperrealismo en alta definición que complementa lo inmersivo de la aventura, gracias también a notables técnicas de captura cinematográficas.
La gracia es que acá nunca se “pierde” (en el sentido más estricto de la palabra). O sea, los personajes sí pueden morir. Pero no se pierde. En vez, cada acción que se toma en el juego implica una nueva ramificación que podrá alterar drásticamente el final de la historia. Son opciones en vez de problemas.
En ese sentido, Heavy Rain no posee un final único, lo que le otorga un altísimo nivel de replay. Mal que mal, como bien enunció el creador del juego, David Cage, Heavy Rain se trata de hasta dónde estás dispuesto a salvar a un ser amado. Y eso puede suceder infinidad de veces.