Ya finalizó la Games Developers Conference de este año, y entre la tonelada de anuncios y nuevos juegos, hay uno que destaco entre todos: el de OnLive, un servicio que promete -según su presentación- cambiar o, más bien, revolucionar la manera en que jugamos juegos de videos.
Suena rimbombante. Y lo es. Porque la idea es buena y, si de verdad llega a funcionar, podría ser revolucionaria. En serio. Y no sólo por el hecho de cómo jugamos sino también de qué manera los juegos pueden ser distribuidos.
Básicamente, se trata de un sistema que busca transmitir cualquier videojuego a través de la banda ancha. O sea, a mayor banda ancha, mejor resolución y más pesado el juego. Lógicamente, a gracia es que esto puede ser transmitido a un televisor o a un computador, sea Mac o PC. Lo que va a importar finalmente es la conexión.
En teoría el sistema es perfecto: se arrienda el juego, se distribuye digitalmente y listo. No hay necesidad de estar actualizando consolas, muchos menos el computador; no existen intermediarios que hagan subir los precios, no serían necesarias las tiendas y, cómo no, no podría haber piratería. Todo esto, en teoría.
Porque asumamos que el servicio efectivamente funcionara. ¿Podría OnLive estar trabajando simultáneamente para, digamos, un millón de personas jugando Gears of War 2 al mismo tiempo? Eso habrá que verlo.
Todo el mundo y sus mascotas han hablado del tema. Claro, todos saben que si la cosa funciona, haría cambiar la industria y la relación con el consumidor de maneras que apenas se pueden alcanzar a vislumbrar. Por mi parte, dele no más.
Para enterarse más en detalle de qué se trata OnLive, el mejor posteo lo encontré en Eurogamer (traducido al español), que explica con lujo de detalles cómo es el sistema y que se podría esperar. Y las primeras impresiones, haciendo correr nada menos que el Crysis. Si todo esto llega a funcionar… ayayay.