Especificaciones técnicas
- Estudio Sandlot
- Publisher D3 Publisher
- Plataformas Xbox 360, Nintendo Switch, PlayStation Vita
Estamos frente a una nueva generación de videojuegos, y como tal, se exige rigurosidad acorde con los tiempos: se demanda producción, buenos gráficos, historia, etc. Es natural.
Puede que los juegos actuales tengan más peso tecnológico y logren generar mayor impacto visual. Es cierto. Y es agradable constatar como la tecnología efectivamente va avanzando de la mano con nuestro pasatiempo favorito.
Pero hay algo que es irremplazable y que finalmente decide si el juego vale la pena o no: su factor de entretención. Si un juego entretiene, puede pasar la prueba con honores. Mientras, por muy visualmente sorprendente que sea otro, si es fome, nunca se ganará el corazón de un usuario.
Puede que sorprenda por unas horas y ya. Sería todo. Y este titulo menor es un muy buen ejemplo del primer caso. O sea, entretención pura.
Entretención Ridícula y a Gran Escala
El escenario del Earth Defense Force 2017 no puede ser más sencillo. Ñoño, incluso.
Eres parte de una tropa de elite encargada de defender el planeta de una ominosa invasión extraterrestre que incluye hormigas gigantes, arañas gigantes, robots gigantes y platillos voladores gigantes. Todo es gigante en el juego. Enormemente gigante. Y en grandes cantidades.
Hay veces que las oleadas de hormigas, robots y arañas ahogan la pantalla y uno exclama frases del tipo “¡Se pasóooo!”, “Musho”, “Qué abuso” o “¡Este juego sí que es chulo!”. Eso último también se repite harto durante el juego.
Pasa que la producción del juego se nota que no contó con mucho presupuesto: los monos son rascas, los gráficos son pobretones, el doblaje en inglés suena cursi y parece que fueron hechos por la familia de los diseñadores antes que por actores profesionales. Los bichos son chulos y la onda del juego es media flaite.
En resumen, se nota que el juego fue hecho con dos pesos.
Diversión Garantizada
Pero qué más da. La entretención es lo que prima en este discreto, pero altamente atractivo shooter en tercera persona proveniente de Japón. De hecho, esta es técnicamente la tercera parte de una saga en donde bichos gigantes y humanos armados pelean frente a frente, de gran éxito en la tierra del sol naciente.
Lo mejor de todo es la simpleza del juego. Elijes dos armas entre miles de variedades de escopetas, lanza misiles, granaderas, rifles de largo alcance, bombas, metralletas y un sinnúmero de armas especiales, todas con municiones ilimitadas. Una vez escogidas las armas, se va a la pelea con una visat en tercera pesoan.
Los escenarios van desde entornos urbanos en donde todo, TODO es destructible (uno dispara una bala y se cae un rascacielos de 40 pisos) a oscuras cavernas, cañones y ríos y playas abiertas. También está la posibilidad de subir a tranques, helicópteros y robots, pero la experiencia dura poco. Las máquinas apenas se mueven y son rápidamente despachadas.
La historia se divide en poco más de 50 episodios con distintos niveles de dificultad, pero quizás lo mejor de todo es la posibilidad de jugar en cooperación. Coop, como se le conoce. Porque al no tener la posibilidad de una opción multijugador, esto es lo que hay para jugar con amigos. Amigos de carne y hueso, aclaremos. Y cuando eso sucede, la sinfonía de destrucción ya no puede ser más entretenida. De eso esos juegos que no se dejan hasta altas horas de la madrugada.
Un verdadero must para amantes de lo shooters sin descanso. Las reseñas, por acá.