A la hora de ver una película, una serie de TV o incluso disfrutar un videojuego, las ventajas que puede ofrecer un proyector frente a un televisor tradicional son múltiples. Y las nuevos equipos láser de Epson se encargan de demostrarlo.
Por Alejandro Alaluf
Epson es una marca que tiene una curiosa recordación en nuestro país. Para mucha gente, especialmente la que ya superó la barrera de los 40 años, el recuerdo o asociación que se tiene de la marca es muy particular: computadoras con textos en verde fluorescente, siempre presentes en empresas de todo tipo o en las inolvidables presentaciones del jurado del Festival de Viña del Mar durante el verano.
Pero para Epson, empresa multinacional japonesa fundada en Nagano durante 1942 (en plena Segunda Guerra Mundial), la asociación con computadores y tecnologías de la información data recién de 1983, negocio que mantuvo fuertemente hasta 1996, momento que -salvo en Japón-, se retiró globalmente del negocio.
Desde entonces, la compañía se ha enfocado en otras líneas de negocio en donde es parte integral del mercado y uno de los actores más relevantes en la producción y venta de este tipo de productos, hasta el día de hoy: el mundo de las impresoras y de los proyectores audiovisuales.
En este caso, vamos a comentar dos relatibvamente nuevos modelos de proyectores -nobles aparatos, no hay duda, especialmente a hora de ver películas-, uno que es capaz de transformar una habitación en una verdadera sala de cine, y otro que aporta con características similares, pero también capacidades muy cómodas de portabilidad.
Y si bien ambos proyectores son capaces de emitir su contenido contra una muralla blanca despejada y lisa, la recomendación siempre será proyectar el contenido contra una pantalla o telón, aunque eso evidentemente implicará un costo extra. Aunque para la experiencia completa, vale la pena. Pasemos a revisar ambos modelos:
Epson EpiqVision LS300
Este modelo está claramente orientado a espacios domésticos amplios. En otras palabras, está diseñado y pensado con la idea de transformar la experiencia de una habitación en un “cine en su casa”.
Hablamos de un proyector láser que otorga una imagen full HD y hasta 4K a muy corta distancia. El resultado es muy bueno, con una gran calidad de imagen una vez que los ajustes iniciales han sido establecidos, en una proyección que alcance sin ningún problema las 120 pulgadas de tamaño.
Al sacarlo de la caja, claro, el aparato es grande y voluminoso, no tan pesado como uno podría imaginarse (igual son 7,2 kg.), pero requiere de ambas manos para acomodarlo fuera de la caja y dejarlo en un lugar ideal.
Al costado izquierdo tenemos una serie de salidas de ventilación, mientras que la derecho contamos con los botones físicos de control: encendido, volumen, activación del modo bluetooth y cancelación de video, para que la proyección sólo emita audio. Debajo del mismo lugar se encuentra un pequeño panel desmontable que permite el enfoque manual del lente del proyector.
De frente, tenemos el gran parlante central que atraviesa la cara del aparato, con un buen logo “Epson” engravado al centro. Arriba, está la cuenca de proyección, desde donde se emite la luz. Mientras que a la derecha destaca que su sistema de sonido es de Yamaha, con una pequeña luz LED al centro.
Mientras, atrás se encuentra el área de conexiones externas, donde encontramos un puerto USB-A, dos puertos HDMI 2.3 (una de ellas ARC, para complementar salidas extra de sonido) y una salida óptica digital.
Cine en su Casa
En términos concretos, la imagen que puede ser proyectada alcanza las 120” con una resolución full HD que incluso permite la aplicación de filtros HDR (rango dinámico alto, para mejores contrastes) sin mayor problema. La calidad realmente es asombrosa, tan sólo teniendo a una amplia muralla (sin cuadros) como telón de fondo. Pero insistimos, el ideal siempre será un telón.
Lógicamente, el gran detalle es su foco de proyección, el cuál puede estar prácticamente adosado o muy cerca de la muralla donde se proyecta la imagen, sin comprometer tamaño o resolución alguna. En otras palabras, ya no es necesario alejar el aparato hasta cierta distancia para lograr el tamaño deseado. Es un gran avance que sin duda se agradece.
Por otro lado, el proyector viene con un sistema de sonido (o caja acústica 3D) Yamaha que logra complementar perfectamente la experiencia visual. El parlante frontal ofrece sonido 2.1 con gran realce de bajo y un sonido envolvente que es capaz de llenar completamente la habitación, emulando de muy buena gana el efecto sonoro de una sala de cine.
Además, el proyector tiene conexión wi-fi de banda dual (2.4GHz y 5GHz) lo que lo transforma en un centro de entretenimiento capaz de acceder a cualquier plataforma de streaming o a sitios como Youtube.
Debo agregra que cionectar una consola vía HDMI nio fue problema y el resultado fue bastante bueno, estrictamente por tamaño, porque al final del día una buena pantalla OLED con una alta tasa de refresco es incomparable. Pero para jugar “en familia”, está ideal.
Siempre he pensado que el factor “plug & play” de un televisor siempre ha sido mucho más práctico y fácil de establecer que en un proyector. Lo anterior sigue siendo más o menos cierto, ya que acomodar la proyección a la muralla y que la imagen finalmente quedara a gusto tomó algunos minutos.
Acomodos físicos, modificaciones desde los ajustes del sistema y desde el control remoto fueron parte del setup inicial, hasta que finalmente di con el tamaño y el encuadre deseado. Luego de eso, el proyector se portó de manera sobresaliente.
EpiqVision EF12: Proyector Portátil
La versión más pequeña, compacta y portátil de esta línea es similarmente satisfactoria. Se trata de una pequeña caja cuadrada de diseño similar al modelo anterior, con unos 12,8 centímetros de alto y 17,5 centímetros de ancho y sólo 2,1 kg. de peso.
El sacrificio de potencia y experiencia de inmersión se compensan con las posibilidades de traslado, donde literalmente al aparato puede ser llevado dónde sea, se puede enchufar de inmediato contra una pared y listo. No hay zoom, eso sí, por lo que habrá que “acomodar” el proyector hasta lograr el tamaño de imagen deseado.
Quizás haya que acomodarlo algo más para lograr el tipo y tamaño de proyección deseado, pero nada que no se pueda resolver en minutos. Quizás, también, con algunos libros como soporte bajo el aparato. Eventualmente, la proyección es capaz de llegar a las 150”, pero en mi caso personal, pero espacio, no pude llegar a tanto.
De tecnología láser e igualmente complementado con Android TV como sistema operativo, junto a un sistema de sondo Yamaha (de sonido más compacto, claro, que el de su hermano mayor), el aparato también cuenta con conectividad wi-fi y bluetooth que le permite acceder a múltiples dispositivos, plataformas de streaming y otros contenidos.
El sonido sigue siendo Yamaha. Y a pesar de que el modelo es más pequeño, el sonido es lo suficientemente envolvente como para dejar satisfechos a los asistentes. Eso sí, no se compara con la potencia envolvente de su hermano mayor. Pero está más que ok.
Tenemos una potencia de mil lúmenes, resolución full HD (capaz de escalar imágenes hasta 4K) y una relación de aspecto de 16:9, ideal para ver de inmediato -y con gran claridad- cualquier contenids fílmico, además de entradas USB tipo A y B, puerto minijack para audífonos. Incluir un puerto USB-C hubiese sido de gran ayuda, pero nos estamos poniendo exquisitos.
En definitiva, un excelente proyector portátil que cumple con todo lo necesario como para llevarlo de vacaciones o fuera de casa especialmente con la idea de ver películas o series, a pesar de lo elevado que puede llegar a ser su precio.