Reseñas·Videojuegos

The Club: El Que a Tiros Mata, a Tiros Muere (o Algo Así)

Especificaciones técnicas

  • Estudio Bizarre Creations
  • Publisher Sega
  • Plataformas Microsoft Windows, Xbox 360, PlayStation 3

The Club es un juego sencillo. Es un shooter en tercera persona que no ofrece mayores originalidades y que sólo busca entretener de buena gana. Porque su única gracia radica en jugarlo en equipo, ya sea junto a un amigo o vía multiplayer en modo más o menos arcade. Y no hay mucho más.

La base del juego, muy de la época de los viejos arcades, radica en un sistema de puntuaciones y combos por estilo (en la onda Devil May Cry o como ocurre en el Burnout Paradise).

Es decir, mientras más rápido y certeramente mates a tus enemigos (onda vuelta de carnero y disparo entre los ojos), mejor puntuación podrás tener. Es decir, prericia sobre táctica.

El juego es un clásico exponente de ese subgénero llamado run-and-gun, donde cubrirse o establecer tácticas de ataque no sirve de mucho. Acá la idea es correr y disparar lo más rápidamente posible. Y acumular puntos.

La historia sitúa al juego en un oscuro club ilegal controlado por un inmensamente rico y turbio archimillonario que entretiene a sus socios a través de apuestas. El pobre diablo –tú– que sobreviva más tiempo a la cacería, gana.

 

Mortalmente Aburrido

Existen ocho candidatos sacados de un catálogo de Benneton que uno puede elegir, cada uno con distintos balances entre fuerza, precisión, rapidez y claro, su propia historia.

Si bien la campaña para un jugador, a pesar de sus variaciones de juego, resulta mortalmente aburrida y genérica (porque existen demasiados juegos de esta onda mucho mejores y más satisfactorios), es jugando en modo cooperativo o multijugador que The Club despega.

En este último modo, existen hasta nueve modalidades distintas, lo que eventualmente le podría otorgar una vida útil un poco más larga al juego. Pero eso sería.

Ojo con la carátula del juego: en la ensalada de personajes, arriba, aparece uno con los ojos tapados que no tiene nada que ver con el juego (¿o sí?), pero que sí tuvo muchísimo que ver con Chile.