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Preview del Halo 3: Mejor de lo Esperado

Tal como adelantaba en el post anterior, probé el Halo 3. Al fin. Y es genial. Es todo lo que uno podría esperar y más. Es como cuando vas a un restaurante a comer tu plato favorito, y está más rico que nunca, con ingredienets mejorados, mejor presentación, etc.

Al llegar, lo ves, lo pruebas y te das cuenta que todo es mucho más maravilloso de lo que esperabas y muy superior a lo que habías comido antes. Así de potente es.

Todo esto sucedió el viernes pasado, durante la tarde, en las oficinas de Microsoft acá en Santiago. Un buen puñado de medios periodísticos, blogs relacionados (incluyendo, claro, Bola Extra) y gamers llegaron para probar la nueva y esperadísima maravilla de Bungie.

Y claro, Microsoft no se fue con chicas. Hubo muchas consolas para probar el juego, televisores LCD gigantes de 56”, silloncitos y mucha comida. O sea, todo lo necesario para que la experiencia fuera perfecta. Y vaya que lo fue.

La primera parte. Todo bien, rico, bien atendido. Luego de zamparme varios sándwiches de salmón con queso crema y saludar a los presentes, me instalé a jugar co-op (sí, se puede, en pantalla dividida y hasta cuatro jugadores) con el bueno de Leo Prieto.

Avanzamos toda la primera etapa probando y disfrutando los mil y un estímulos que ofrece el juego. Y es ahí donde el Halo 3 se posiciona como el juego que habrá que tener esta temporada.

La cantidad de detalles en los escenarios, las luces y sombras, los efectos de agua, los personajes y sus diálogos, la gran cantidad de armamento (terrestre y extraterrestre) y las posibilidades de los escenarios son inmensas. En ese sentido, el juego es muy superior al Halo 2 (la reseña full, más adelante).

Pero lo mejor vino al final. Cuando parte de la asistencia ya se había retirado, se armó un deathmatch en línea entre diez de los asistentes, incluido el suscrito. Y claro, los fanáticos de la saga saben que es ahí donde está la papa.

La cosa fue diversión al cubo, con todo el mundo repartiendo balas y lásers a mansalva como si no hubiese un mañana. Todo corrió de maravillas. Luego del cuarto match me tuve que retirar. Me esperaba una linda velada de ayuno y recogimiento.