La gracia es que el lanzamiento del juego, para variar, fue organizado en conjunto entre Synergex Chile -distribuidor del juego-, Microsoft Chile y CineHoyts.
¿CineHoyts? Claro, porque mejor que contar con una pantalla LCD grande es contar con una pantalla de cine gigante, en todo su esplendor, para ver el juego que, por cierto, tiene secuencias muy cinematográficas. Y en alta definción.
La idea es que a futuro, CineHoyts preste o arriende una de sus salas para uso de videojuegos. Wha…? Tal cual.
La intención es que se organicen eventos, torneos, duelos y lo que sea, con la posibilidad de que todo se vea en una flamante pantalla de cine. La verdad, no suena nada de mal.
Entonces digamos que la asistensia fue alta. Básicamente, se trató de medios periodísticos y alguna gente relacionada con el medio. Había cabritas y bebidas.
Y había mucha gente ansiosa, algunos que jugaron con las Xbox 360 estacionadas a la entrada de la sala (una con el Street Fighter IV, la otra con el HAWX de Tom Clancy).
La sala 7 -la digital- se llenó rápidamente, todos con sus papeletas en mano, listos para participar en el sorteo de una flamante Xbox 360 Elite Edición Limitada Resident Evil 5 etc., etc.
¿Y quien fue el suertudo que se la llevó? Pues alguien muy, muy cercano a este blog. Je.
A los pocos minutos comenzó la «función», amenizada previamente con el trailer del Halo Wars. Cuando comenzó el Resident Evil, la gente aullaba.
Y cuando comenzó el juego, pasó algo extraño: a los cinco minutos, la gente comenzó a salir de la sala.
Supongo que es lógico: ver jugar un videojuego en una pantalla gigante puede tener un muy buen appeal inicial. Pero a la larga, es una sensación un poco frustrante. De hecho, a los 20 minutos casi no quedaba nadie en la sala.
Pero daba lo mismo. Porque la sensación de ver un videojuego en acción y en alta definición dentro de una sala de cine fue un pequeño achievement unlocked.
Ahora sólo falta jugarlo. Donde sea. A lo mejor el amigo de Bola Extra nos puede ayudar. Je.