Especificaciones técnicas
- Estudio Taito Corporation
- Publisher Inin
- Plataformas Nintndo Switch
Las colecciones de videojuegos retro siguen muy saludables y entretenidas. Tal como en los 80s.
A ver, rápido: menciona cualquier videojuego creado por la japonesa Taito. Seguramente, se vienen varios títulos de infancia a la cabeza. En mi caso, inmediatamente la asociación es con el imperecedero Space Invaders, que fue (por casualidad) el primer videojuego que jugué.
Pero hay muchísimos más: está el original Qix (1981), el divertido Alpine Ski (1982), el tarzanesco Jungle Hunt (1982), el popular Bubble Bobble (1986), el desafiante Arkanoid (1986) y muchísimos juegos más.
Claro, junto a Capcom, Konami, Namco y Sega, Taito fue la otra compañía desarrolladora de videojuegos japonesa que iluminó esa maravillosa era dorada de los videojuegos clásicos de arcades.
Esta colección, la tercera y nuevamente desarrollada por Inin -curiosamente sólo disponible para la Nintendo Switch-, es la clásica compilación de títulos arcade, en donde se incluyen juegos muy reconocibles y otros, bueno, no tantos. Joyitas escondidas, podríamos decir. Revisemos.
Más Nostalgia Digital
Son diez títulos en total, principalmente de la década de los 80s. Entre los más destacados podemos mencionar el sin par Bubble Bobble, que al igual que en original, se puede jugar en modo cooperativo. La emulación es sencillamente perfecta, respectando el formato 4:3 y su pegajosa banda sonora.
Lo mismo sucede con el menos conocido, pero igualmente entretenido y colorinche Rainbow Island (1987), que en rigor es la secuela al Bubble Bobble. Honestamente, sólo tengo vagos recuerdos de este juego en salas arcade.
También está el clásico Rastan Saga (1987), una especie de metroidvania y plataformas hack’n slash que tiene a un guerrero tipo Conan como protagonista. También viene incluida la secuela, lanzada en arcades a fines de 1988. Se llevaron varias fichas en su momento.
Mientras, el Champion Wrestler es el tradicional juego de peleas y lucha libre, que de alguna manera bebe del éxito que tuvo inicialmente el gran Exciting Hour, también desarrollado por Taito, en 1985.
Las Sorpresas
Las sorpresas, sin embargo, llegaron de algunos títulos que no conocía. La primera fue el Runark, más conocido fuera de Japón como Growl. Es un beat’em up cooperativo medio Indiana Jones, lanzado en 1990, que incluye harto disparo y explosiones y en donde los enemigos son traficantes de animales. Es muy caótico, con harta estética de cómic de aventuras retro y muy, muy entretenido.
Luego, el Blade Warrior, otro hack’n slash y beat’em up de corte más oriental y con elementos de fantasía, que también fue una gran y muy entretenida sorpesa -no sabía que era la tercera parte del Rastan Saga– que nunca conocí originalmente en salas.
Mención especial para el Cadash, una curiosa aventura de fantasía medieval lanzada en 1989, también a lo Conan, con mucho elemento RPG, mecánica que rara vez se podía ver en estos juegos. Muy interesante.
El trabajo de emulación es óptimo, con todas las características del juego original, además de múltiples funcionalidades tácticas -como guardar la partida, entre otras posibilidades- para jugadores con menos paciencia.
Aunque lo esencial, claro, es el factor nostalgia que los juegos pueden generar. Y con esta selección, vaya que eso está logra.
Idealmente, el pack podría haber estado disponible para otras plataformas. Quizás en un futuro no tan lejano.