Confieso: soy fan de Metallica. O más bien, lo fui.
Hoy Metallica ya no me llama tanto la atención, aunque sí valoré que su último disco, Death Magnetic, sea un tremendo camión de metal como sólo Ulrich & co. saben lograr. Pero ya.
En vez, en los 80s, la cosa era distinta. Todavía recuerdo ese primer caset de 90″ con el Ride the Lightning a un lado (y el Reign in Blood de Slayer, al otro), conseguido en plena era Rockshop, en Providencia.
Esos días en que religiosamente, cada sábado en la mañana, uno iba con un puñado de amigos a intercambiar discos, parches, letras de canciones y a hacer «vida social» con otros thrashers. Aunque no, no tenía el pelo largo.
Para mí esos fueron los días de Metallica. Los días del Master of Puppets, de la sensible muerte de su bajista, el gran Cliff Burton, del Garage Days, de «One». y ya entrados en los 90s, de la potente «Enter Sandman». Good days, good fun.
Pero luego comenzó la fiebre de las descargas de canciones por Internet, Napster y todo eso.
Metallica -particularmente Lars Ulrich-, fue un ferviente y público detractor del sistema. Lloraron, patalearon y mandaron a la cárcel a sus propios fans por hacer lo mismo que antes uno hacía con casets. Ahí le perdí un poco el gusto a estos chascones.
Pasó el tiempo. De cierta manera, Metallica se ha reinventado y hoy -oh, ironía- aprueban el medio digital.
¿Cómo? Con lo que está hot: juegos de video con guitarras de plástico para emular a héroes del rock.
Sucedió exitosamente con Aerosmith, entonces por qué no Metallica. Y si a mi me preguntan, me parece estupendo.
¿Las canciones? Ya anunciadas oficialmente en el sitio oficial del grupo, son balanceadas y hay para todos los gustos. Eso, sin considerar las próximas descargas que estarán habilitidas a futuro. Así que bien.
Guitar Hero: Metallica estará a la venta a partir del próximo 29 de marzo.