¿Cómo darle una vuelta de tuerca a un género que está viviendo un boom y, al mismo tiempo, ser original… Leer más

¿Cómo darle una vuelta de tuerca a un género que está viviendo un boom y, al mismo tiempo, ser original… Leer más
Como ya lo adelantábamos hace unos días, el modelito de lujo de la familia de consolas Xbox 360 de Microsoft acaba de estrenar su nuevo chiche en nuestro país, la flamante Xbox 360 Elite, hermoso modelito que no sólo es negro mate (y para mi gusto, mucho más elegantoso que los otros modelos), sino que además posee un disco duro de nada menos que 120 gigabytes y conectores HDMI para ver en alta definción sin problemas. ¿Precio sugerido? $329.990. No está mal.
El lanzamiento de la consola ocurrió ayer en la tarde, en las oficinas de Microsoft Chile, en la comuna de Providencia. Llegó muchísima gente, medios y blogs de todos lados, pero lo más llamativo fue sin duda la presencia de Miguel Riffo y Manuel "Colocho" Iturra, ambos jugadores de Colo-Colo y Universidad de Chile respectivamente, que lo pasaron chancho. Como ven, no sólo de farándula viven los futbolistas. (La nota de Las Últimas Noticias, por acá.)
Así que luego de mostrar varios trailers de juegos que se vienen (Fable II, Banjo Kazooie y mi favorito, el Gears of Wars 2) y de la presentación oficial de la consola, por parte de Carolina Téllez, Gerenta de Dispositivos y Entretenimiento, todo el mundo se lanzó a jugar en las consolas dispuestas y, lógico, a comer sabrosos bocados dispuestos para el respetable.
Por mi parte, me enfrasqué en un mano-a-mano en el Halo 3 con Richard García, de El Mercurio. Le di la gorda. Luego, unas divertidas sesiones de Guitar Hero 3 que, si me preguntan, no termina de aburrirme. Todo muy entretenido. Un gusto. Asi que bienvenida, Xbox Elite!
La disculpa por la falta de posteos se debe principalmente a dos cosas: una, continuas salidas fuera de Santiago y dos, la falta de un computador en casa. Lo último, al menos, ya ha sido solucionado, mientras que lo segundo -ojalá- continúe. Pero de que hemos jugado, hemos jugado.
Este fin de semana, por ejemplo, el destino fueron las tranquilas playas de Tongoy. El lote: compañeros de colegio. El detalle es que estos viejos amiguetes, de los cuales participamos de un viaje anual en invierno a la cuarta región, no son precisamente gamers, pero algunos han tenido que volver a las consolas por hijos y similares. Yo, feliz. Así que por primera vez, pidieron llevar el PlayStation 2. Acepté gustoso. Uno de ellos, incluso, llevó su guitarra para jugar Guitar Hero.
Así que entre asados y lluvia, le dedicamos harto rato a la consolita. Los elegidos (aparte de sabrosas sesiones con el Guitar Hero III): el Black (¿acaso el mejor fps para el PS2? Y no, no tendrá secuela), las clásicas colecciones de juegos Capcom, Taito o Namco, y el Gran Turismo, entre otros. Pero lejos el que más se jugó fue nada menos que el shmup Raiden III, en modo co-op. Y en nivel extra fácil. Qué manera de estar pegao… Así que fue un muy buen fin de semana.
Reconozco que llegué tarde a Aerosmith. Fue en los 80s y más encima de la mano de Run-DMC. Debe haber sido un domingo antes de almuerzo, en Más Música ponte tú. Y de repente aparecen estos chascones, que no eran heavy metal (la moda del año) "interrumpidos" por los DMC. Claro, es "Walk This Way". A Run DMC yo los conocía. Sonaban en la radio. Pero a Aerosmith no.
Y resultó ser que la canción era originalmente de ellos, y esto era una especie de remix/cover/crossover que de paso sirvió para resucitar la carrera del grupo oriundo de Boston, perdida debida a los excesos del sexo, las drogas y el rock’n roll a fines de los 70s.
La cosa resultó y Aerosmith tuvo un segundo aire que duró más de lo que ellos mismos imaginaban. De hecho, tuvieron más éxito que en toda la primera pata de su carrera, en los setentas. La cosa tuvo su clímax en 1989 con Pump, de donde salieron clásicos como "Love in the Elevator", "Janie’s Got a Gun" y "What It Takes" y un par de años después, con el Get a Grip, disco que inmortalizó a Alicia Silvesrtones con "Crazy", "Amazing" y "Cryin’".
O sea, digamos que los tipos tienen un buen arsenal de canciones hard rock y power ballads. Y qué mejor que inmortalizar todo eso en una expansión para la saga Guitar Hero, justo en el momento en que su carrera volvía a desvanecerse de la memoria colectiva. Mal que mal, recordemos que el último gran hit que tuvieron fue "I Don’t Want to Miss a Thing". Ya saben, ese meloso love theme de la película Armageddon, donde actuaba su hija, la rica Liv Tyler.
El juego debutará ayer mundialmente mañana domingo, al igual que en Chile. La previa, en todo caso, fue ayer en la terde en la tienda PlayWare, en el Centro Comercial Apumanque. El espacio se hizo un poco estrecho ante la presencia de medios y curiosos -llegó mucha gente, un agrado-, pero daba lo mismo. Ver a Steven Tyler y cía. contorsionarse bajo los efectos del juego y jugar/tocar sus clásicos fue de los más entretenido.
Aclaremos: esto no es una continuación del juego. Lo que se viene como secuela para más adelante es el Guitar Hero World Tour (que viene a ser como el GH 4) y contará con voces y batería -a la Rock Band– además de otros sabrosos detalles, como componer y compartir tus propias canciones. Todo esto será lanzado más adelante, el 21 de octubre de este año.
Guitar Hero: Aerosmith incluye gran parte del repertorio de la banda -desde hits iniciales como "Dream On", "Back in the Saddle" y "Sweet Emotion", a los más reciente-, pero también hay canciones de otras bandas que desfilaron junto a ellos en los setenta, como Cheap Trick, Joan Jett, Mott the Hoople o The Black Crowes. Al parecer, tan egocéntricos no son.
Los detalles: el juego estará disponible para PlayStation 2, PlayStation 3, Wii y Xbox 360 y contará con varias versiones que incluyen o no la guitarra de la banda, esencialmente la misma Gibson de juguete, pero con el logo de la banda. Que al final, es un poco más cool que las versiones anteriores, pero vamos, ¿cuántas guitarras de esas se pueden tener? Como sea, yo me anoto.
Para nadie es un secreto que la industria discográfica está pasando por su peor momento. Las ventas de discos compactos siguen cayendo año a año –Internet, torrents, servicios P2P y la piratería en general son lógicamente parte del problema– y, por otro lado, cuesta determinar qué artistas o géneros se van a perfilan por sobre otros. En general, existe una homogeneidad un tanto siniestra en los charts musicales, con olor a estancamiento. Al parecer, de verdad hay una crisis.
Pero a su vez, es común escuchar comentarios del tipo “hoy hay más música que nunca allá afuera”. Y puede ser verdad. Irónicamente, Internet ha sido uno de los principales factores de esta nueva forma de difusión, gracias a sitios comunitarios como MySpace y cómo no, a las miles de blogs dedicados al tema que postean links a torrents y mp3 como si el mundo se acabara mañana.
Para la industria, en todo caso, se abre una nueva ventana: los videojuegos. Vamos viendo. Por un lado, tenemos ejemplos como el de los vetustos Mötley Crüe, cuyo nuevo single fue descargado en el bazar online Xbox Live muchísimas veces más que en otras fuente de descarga como Amazon e incluso iTunes.
Por otro lado, están los colosales ejemplos de juegos como el Guitar Hero y el Rock Band, que funcionan casi como escuelas interactivas del rock- A eso sumémosle grupos que dedican juegos enteros a su música –como Aerosmith– o bandas que buscan capitalizar su música a través de discos enteros que se ponen a disposición de gamers alrededor del mundo para ser descargados. Legalmente.
Todavía más: el Grand Theft Auto IV, el juego sensación al que le damos una merecida cobertura en estas páginas, presenta el soundtrack más voluminoso de la historia: 214 canciones repartidas en 16 “estaciones de radio” y que próximamente podrán ser adquiridas en tiendas virtuales… a través del mismo juego.
Bienvenidos a CeroUno #7.
Nah, nunca tanto. Pero sí hay algo de cierto en considerar que todo el fabuloso (aunque un tanto agotador) festín visual que es Meteoro: La Película, es justamente producto de que la cinta está de todas maneras dirigidas al público gamer adolescente. Y a la brecha generacional que hay entre medio. En otras palabras, debiera ser el panorama perfecto para que padres e hijos vayan juntos al cine para ver algo que eventualmente a ambos les interesa. Como pasó con la película de los Transformers. La diferencia es que acá, al llegar a casa, papá e hijo pueden jugar Burnout Paradise y emular lo que acabaron de ver.
Aunque seamos justos: la película es bien penca. Sí, logra trasladar todos los elementos del mono original de manera bastante fiel, desde el parecido de los personajes a la música original, las carreras, los chistes, el bien logrado detalle de Racer X, etc. Pero la película es fome y a ratos extremadamente infantil. Está bien que los hermanos Wachowski (a estas alturas, sólo un one-hit wonder con la primera Matrix) quieran cautivar al público adolescente, pero en una película de 135 minutos, creo que se les pasó la mano. A lo mejor por eso no les fue tan bien en taquilla.
Al final, y más allá del tono, la cosa visualmente se parece más a una película de animación Pixar, como bien dijo mi amigo Pancho Ortega. En EE.UU. un puñado de críticos la ensalzó como el futuro (visual, al menos) del cine. Puede ser. Porque las carreras parecían cinemáticas de un juego. Pero en cine. O sea, una vez más los videojuegos dictando tendencias. En ese sentido, bien. Pero cuando se abusa de los famosos efectos CGI, la cosa acaba mal. Como sucedió también en muchas de las escenas de la última Indiana Jones. Las serpientes de Terror a Bordo se veían más reales que las de la Calavera de Cristal.
Más con el tema cine/videojuegos: Según el influyente semanario Variety, ese artesano hollywoodnese de dudosa calidad llamado Brett Ratner, conocido por desopilantes cintas como la saga Una Pareja Explosiva y la última de los X-Men, ha manifestado que los videojuegos la llevan, luego de rodar un par de comerciales para el Guitar Hero, emulando esa clásica escena de Negocios Riesgosos donde Tom Cruise baila esa canción de Bob Seger en calzoncillos y anteojos oscuros: "El negocio de los videojuegos es mucho más excitante que el de las películas hoy en día". Si él lo dice…
Siempre seré el primero en celebrar este tipo de inciativas y complementos. Mientras más un viodeojuego o un medio permita emular cosas que en general no podemos hacer en la vida diaria -como ser un rockero-, aplaudo, de pie. Y bueno, hemos comentado varias veces el efecto y el consecuente éxito que juegos como el Guitar Hero (en sus miles de versiones) y el Rock Band han logrado en estas lides.
Y cuando se pensaba que la cosa se quedaría más o menos piola, surgen las novedades. Novedades que por cierto no puedo dejar de mencionar. Como el anuncio de que la próxima versión del Guitar Hero -la cuarta ya- se subirá al carrito de los periféricos e incluirá, además de su ya clásica guitarra Gibson, un micrófono y una batería de cinco piezas (al lado), muy similar a la de su competencia, el Rock Band (propiedad de MTV Games). El nombre de la secuela será Guitar Hero World Tour.
Pero además, la nueva versión, que aparecería para las fiestas de fin de año, incluirá modalidades de batalla online entre dos "bandas" de cuatro integrantes cada una y se podrán modificar canciones (a excepción de las letras) para comodidad de cada uno. O sea, si siempre soñaste con hacer un redoble de batería donde no correspondía, pero juarabas que con ello la canción sonaba mejor… pues esta será la oportunidad de demostrarle al mundo lo contrario.
Aún se desconoce el listado definitivo de temas, pero habrá canciones de Van Halen, The Eagles, Linkin Park y Sublime. Y como fue agradablemente la tónica en el Guitar Hero III, las canciones serán nuevamente originales y no covers, como en las primeras dos entregas. Bien.
La cosa se pone peluda entonces para la competencia. Porque como dijo irónicamente un analista gringo citado en Reuters: "¿qué va a hacer ahora el Rock Band? ¿Agregar flautas y banjos?". Jojojo..
Y acá es donde el Rock Band se saca los zapatos frente al Guitar Hero: por su tienda online, que otorga la posibilidad de bajar discos enteros, sí señor. Actualmente, está el Screaming for Vengeance de Judas Priest y el disco homónimo de The Cars, ese de 1978 donde aparece la gran "Just What I Needed". Personalmente, pido el Heartbreak City, más ochentero. O sea, tocar "You Might Think" debe ser da shizznit! Pero el Guitar Hero va a lanzar en las próximas semanas una edición del juego sólo con canciones de Aerosmith…
Más sobre el tema. Seguramente recordarán la noticia sobre el nuevo single de los vetustos, pero aún vivos Mötley Crüe. Pues bien, la canción fue puesta en venta en diversos portales: para el Zune de Microsoft, iTunes, Amazon y Xbox Live. ¿Adivinan quién recibió más peticiones de descarga? Seguramente, acertaron.
UPDATE: Rock Band efectivamente acusó recibo. Y la manera ideada para contraatacar es divertida, pero ya un poquitito musho para mi gusto: agregando a la experiencia una máquina de humo y otra de luces estroboscópicas. El Stage Kit saldrá el 15 de agosto y costará US$ 100. Mientras, si vives con tus padres, el reto de seguro será monumental. Y eso no tiene precio. (via Engadget)
Otro aletazo directo al mentón de la industria discográfica: ahora las bandas de rock prefieren no sólo difundir su propia música a través de Internet, como lo hizo Radiohead (por ejemplo). Ahora, la nueva vía de difusión son los videojuegos. Sí señor. Si no, pregúntenle a Nikki Sixx & co.
Claro, porque Mötley Crüe, que cual mala hierba se resiste a morir, ha decidido editar su nuevo single "Saints of Los Angeles", de manera exclusiva para el Rock Band, con el fin de conquistar a las nuevas generaciones. Generaciones gamers, por cierto, a las que la música no les entra necesariamente desde una radio, sino más bien desde el soundtrack de un juego. Como pasa con el Guitar Hero o, justamente, el Rock Band.
La cancioncita costará 99 centavos y podrá ser adquirida a partior de esta semana desde las respectivas tiendas virtuales de cada consola: el bazar Live para la Xbox 360 y la PlayStation Store para el PS3.
El detalle personal es que estos pelusas californianos fueron probablemente mi banda heavy metal favorita. Más que Accept, Judas Priest o Iron Maiden. Tenía la billetera de la banda (comprada en Rock Shop), el poster del Shout at the Devil y vinilos y casets varios. Conseguirse las letras era ya lo máximo …so come out children of the beast, be strong and shout at the devil! No sé si alguien ha podido leer The Dirt, su libro "semiautobiográfico". Es lo mejor -y más excesivo- que he leído sobre rock’n roll, evah!
Pero eso no es todo: a propósito de lo anterior, el mismo juego anunció que a través de su tienda virtual tendrá disponibles álbumes completos. Para comenzar el potente Screaming for Vengeance de los británicos Judas Priest (personalmente hubiese preferido el British Steel) y se vendría el Doolitle de los Pixies. Yo quiero cantar "Monkey Gone to Heaven". If man is five, if man is five…
Sí, señoras y señores, ya está en kioskos la tercera edición de vuestra revista favorita, Cerouno. Debo decir que de a poco el pasquín ha ido agarrando vuelo sostenidamente, lo que obviamente me tiene muy contento. Pero si incluso algunos de los lectores de este humirde blog se han suscrito. Gracias chiquillos por poner el pan sobre mi mesa. Se agradece. En serio.
Como pueden ver, el galán de la portada, que emula a Bruce Springsteen en alguna foto de sus primeros discos (Born to Run? La verdad es que fue idea de la Directora de Arte), trae consigo la guitarra del Guitar Hero. Porque ese juego, junto con el Rock Band, son los títulos más populares en estos momentos. En lo que a juegos sociales se refierfe, al menos. El gran Nicolás Copano se ofreció para contar el fenómeno desde su punto de vista.
También, otro titán, Francisco Ortega, disectó una de sus películas favoritas, Blade Runner y se mandó un tratado de aquellos, comentando la vasta influencia artística, cyberpunk, cultural y social de la película de Ridley Scott en todo, a 25 años de sus estreno, y a propósito de la reedición de la cinta en un pack de lujo para babear. Además, me di el lujo de hacer un top ten con las mejors películas techies.
También hay harto de internet: el fenómeno Creative Commons y la rentabilidad actual de las punto com; los cambios de formato y el futuro de la industria discográfica, un artículo a propósito del estreno de Hitman (película que finalmente nadie vio), los juegos del mes (Mass Effect, destacado), gadgtes, la novela gamer de Pablo Illanes y mucho, mucho más.
¡Cómprela (o mejor, suscríbase) antes que se agote!
Increíble, pero cierto. Lo he visto con mis propios ojos: South Park se ha superado una vez más. Cuando todos creían que la serie animada más desopilante de los últimos años (sorry, Homero) ya había alcanzado techo, sorprende con la segunda parte de su onceava temporada que tiene aventuras geniales como "Imaginationland" (¡en tres partes!). Pero la verdad sea dicha, es este capítulo el que se arranca con los tarros.
Seguramente sabrán que la serie creada por Matt Stone y Trey Parker -y que transmite MTV en el cable- ama los videojuegos (amén, brothers!). Lo hicieron hace un tiempo atrás, en donde Kenny lideraba una batalla entre el cielo y el infierno a través e su PSP; luego, fue con una genial parodia al World of Warcraft (que se ganó un merecido Emmy). Y no hace mucho, la temporada pasada, Cartman y la Wii fueron los protagonistas de "Go God Go".
Pues bien, ahora el juego de turno es nada menos que el Guitar Hero. ¡El Guitar Hero! ¿Que puede ser más cool que eso? El capítulo se llama "Guitar Queer-o" y la historia es sorpendente (como siempre). Trata sobre lo que pasa entre los chicos cuando Stan y Kyle compran a medias el juego y se transforman en rockstars.
Pero son los pequeños guiños a la mitología del rock lo que hacen que uno se caiga de la silla de la risa. Como el Heroin Hero. Mejor que eso, imposible. O no. Mejor descárguenlo, lloren de la risa y después llamen a sus amigos para jugar Guitar Hero III: Legends of Rock.
La tapita no es nada especial. Sólo el logo del nuevo estudio de David Jaffe, que se llama Eat Sleep Play. Simpático, ¿no? A mi me gusta. Para quienes no lo conozcan, Jaffe es el padre del God of War y en general, un tipo bastante deslenguado para referirse a la industria. Algunos lo consideran un visionario, mientras que otros un verdadero freak. A mi me cae bien. Y el logito me gusta. Me da la sensasión de una bebida helada en pleno verano.
A propósito de logos, tengo un post guardado hace varias semanas acerca de la evolución de los logos de las consolas de videojuegos a lo largo de la historia. Lo postearé como se debe esta semana.
En juegos, nada epecial: intercalé algunos temas del Guitar Hero II con el Ninety-Nine Nights (N3 para los amigos), de los pocos juegos con fuerte influencia nipona para la Xbox 360, que había probado apenas el año pasado, y que nunca pude jugar como corresponde. Hasta ahora. Y me entretiene el concepto de hacer combos gigantes aniquilando a cientos de enemigos con tres patadas y un combo. Je. Justamente tipo God of War, pero multiplicado por cien.
IN OTHER NEWS:
La edición norteamericana de la revista Rolling Stone asegura que los lanzamientos musicales más grandes de este año no serán discos, sino que videojuegos. No deja de ser cierto.
¿Rock Band o Guitar Hero III? Se habla toneladas de uno y del otro, y que son lo mismo. Bueno, casi, si no fuera porque el Rock Band trae opciones de voz y batería. Y si me apuran, diría que por el sólo hecho de contar con un par de baquetas, el Rock Band gana. Pero claro, ve tú a saber qué cartita bajo la manga se trae esta tercera versión del Guitar Hero. Aparte de tener a Slash, claro. Pues bien, la gente de Vida Extra se dio la lata de compilar diferentes puntos que grafican las diferencias entre un título y otro. Son 37 puntos y, con su permiso, posteo los más destacables. A saber:
Interesante, ¿no? ¿Con cuál te quedas? El post completo -con videos y todo-, por acá.