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E3 2016 – Generación Perdida

Es una tradición. Como todos los años, hace algunas semanas se celebró una nueva versión de la Electronic Entertainment Expo, el evento más importante de la industria de videojuegos que reúne a su máximos exponentes.

Pero más allá de conocer los títulos que se vienen en los próximos meses –sin duda lo que más acapara la atención del público y, finalmente, las verdaderas vedettes del show– lo interesante es captar las pistas que pueden determinar hacia dónde va esta industria que espera facturar cerca de 30 mil millones de dólares durante este año.

En ese sentido, más aún considerando que estamos más o menos en la mitad del camino de esta octava generación de consolas, ya hay luces de lo que se espera para los próximos años.

Y si bien las puertas del L.A. Convention Center se abrieron formalmente el martes 14, los media briefings comenzaron el domingo, poco antes de la matanza en un disco gay en Orlando. De hecho, posteriormente a esta masacre que ha tenido de luto a EE.UU., todas las presentaciones han tenido minutos de silencio, mientras que los ejecutivos y personalidades en el escenario han usado el clásico pin con el logo LGBT en señal de solidaridad con los 49 fallecidos.

Más allá de eso, el tema de la violencia en videojuegos ha cobrado nuevamente un puesto central en la discusión. Tanto así, que incluso algunos juegos anunciados tuvieron que ser dejados de lado por presentar secuencias que podrían haberse asociado a la matanza.

Curiosamente, la principal atención mediática se centró justamente en estas presentaciones previas. Verdaderos y rimbombantes shows (hasta con bandas de rock) donde se develó todo.

Tanto así, que varios publishers grandes, como Electronic Arts, Bethesda y Ubisoft, se han sumado a este modelo. Así, los tres días de feria terminan siendo una especie de acopio de todos los videojuegos y novedades presentados previamente.

 

NUEVAS CONSOLAS

Esta octava generación de consolas, que nuevamente tiene a Sony, Microsoft y Nintendo como protagonistas, comenzó hace ya tres años y medio. Actualmente, es PlayStation quien lleva la delantera, con más de 40 millones de consolas vendidas hasta el momento.

Pero la evolución de estos tres colosos hasta ahora ha sido, al menos, irregular en términos de novedades, presencia y títulos verdaderamente atractivos, de esos que obligan a renovar la vieja consola.

Tímidamente, recién en los últimos meses esos títulos –como ha sido el caso del Uncharted 4, muy probablemente el juego del año–, están comenzando a ver la luz. El caso de Nintendo puede que sea el más crítico. Aparte de no contar con el apoyo de terceras partes y ofrecer una biblioteca de juegos que se centra principalmente en el universo de los personajes de la marca, la Wii U no logró capitalizar el revolucionario mega éxito de la Wii original y ya podríamos decir que ha sido un fracaso, además de ser considerada por buena parte de su comunidad como la peor plataforma de su historia.

Por lo mismo, no fue muy sorpresivo que la compañía japonesa anunciara hace algunas semanas que, en marzo del próximo año, debutaría su nueva consola next-gen, conocida hasta ahora como “NX”. Aunque en esta E3, Nintendo no dijo una palabra al respecto.

Mientras, Microsoft se anotó un batatazo durante la feria al anunciar no una, sino que dos nuevas consolas. La primera es la Xbox One S. La “S” es por Slim, porque como suele suceder a después de un par de años, las marcas lanzan modelos más delgados, pequeños, silenciosos, con mayor capacidad y a un precio bastante más asequible que sus modelos originales.

Y cuando se hizo el anuncio, que abrió los fuegos de la presentación de Microsoft en el Galen Center de Los Angeles, la audiencia se volvió loca.

Hay que decirlo: el nuevo modelo es de verdad muy superior al original. Pero había más. Al cerrar la presentación, Phil Spencer, jefe de Xbox, anunció que a fines del 2017 debutaría otra nueva consola. Luego de comentar sus múltiples novedades de procesamiento y reproducción en ultra alta definición, remató con que esta sería “la consola más poderosa jamás creada”. Su nombre: Proyecto Scorpio. Y recalcó además que todas las consolas van a ser compatibles entre sí y con Windows 10. El concepto: play anywhere.

Finalmente, PlayStation –que de manera insólita en esta ocasión no tuvo voceros para Latinoamérica– también anunció, de la mano de su CEO Andrew House, una nueva consola, aunque días antes del comienzo de la feria.

Su supone que esta nueva PlayStation, llamada “Neo”, también sería capaz de reproducir videojuegos en 4K, además de tener todo el soporte para el sistema de realidad virtual de la marca, que será lanzado el 13 de octubre a un precio de 400 dólares. Pero durante la feria, PlayStation sólo bombardeó a su audiencia con una suculenta selección de títulos. De la PlayStation Neo no se dijo absolutamente nada.

Así, de acuerdo a lo anterior y si escarbamos de manera más profunda, podríamos coincidir con que la industria de videojuegos está viviendo un momento peculiar. Uno en que, ante el temprano anuncio de nuevas versiones de consolas actuales y otras de próxima generación, la discusión comienza a dirigirse a un concepto que quizás no va a gustar mucho al consumidor.

Porque ante la pelea de quién saca la consola más poderosa, sin respetar necesariamente las generaciones y sus ciclos, estamos frente a un fenómeno que podría alinear estas máquinas bajo el mismo prisma de la obsolescencia programada que actualmente rige a los teléfonos celulares.

Los PC, por cierto, siguen siendo la excepción a la regla, porque cacá cada usuario puede actualizar su computador en el momento que estime conveniente. En otras palabras, podríamos estar presenciando el fin de las generaciones de consolas de videojuegos, ciclos que existen desde que la Magnavox Odyssey debutara en hogares norteamericanos en 1972.

 

REALIDAD VIRTUAL A LA VUELTA DE LA ESQUINA

El año pasado la realidad virtual fue presentada formalmente. Pero ha sido este año que en que se ha consolidado. Al menos, de la mano de los fabricantes. Sony tiene listo su PlayStation VR y Microsoft anunció que su Proyecto Scorpio la soportaría también.

Pero Samsung, HTC, Oculus y otras compañías también estuvieron presentes, cada una con su dispositivo. Y prácticamente todos los publishers presentaron títulos para ser jugados en realidad virtual, tanto nuevos como juegos ya editados, como Resident Evil, Batman, Final Fantasy, Fallout 4 y Star Wars: Battlefront.

Es más, durante la presentación del gigante francés Ubisoft, el mismísimo Palmer Luckey –fundador de Oculus y uno de los personajes del año pasado según la revista Time– subió al escenario para participar en un juego de realidad virtual protagonizado por aves que surcaban los cielos de París.

Por otro lado, los stands en la misma feria esta vez sí han desplegado instancias para que el público pueda probar esta tecnología que, a diferencia de otras, es necesario experimentar para poder entenderla a cabalidad.

Por ahora, habrá que esperar hasta que la realidad virtual realmente se masifique y pase al mainstream. Mientras tanto, se viene la temporada dulce de videojuegos.