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Los Mejores Bosses Ever

Un buen juego no sería un buen juego si no cuenta con una interesante y nutrida galería de bosses.

Se sabe, los malos-malos que te esperan al final de una cierta etapa para zurrarte de lo lindo varias veces hasta que uno da en el clavo de cómo diablos quebrarle el cuello y así poder finalmente avanzar o pasar de etapa. También representan el clímax máximo de tensión  durante el juego. Es lo que se llama un “boss fight”.

¿Cómo reconocer cuando se aproxima un boss? Fácil. Generalmente sucede después de matar una horda “normal” de enemigos o de solucionar un puzzle intrincado. El jugador de seguro se encontrará con un área más o menos desierta, muchos power-ups y medicinas (o medkits). También, es muy probable que haya un punto para guardar el juego y comience a sonar una música de suspenso. Si todo lo anterior ocurre, estarás sin duda frente a un boss fight.

Las características de los bosses son bastante obvias: generalmente son muchísimos más grandes que el jugador, además de más ágiles o rápidos; son ultra perversos, poseen armas poderosísimas y la mayoría de las veces tienen un punto débil escondido (o no) que lo derriba de una si el jugador acierta siguiendo algún tipo de estrategia.

Incluso, a veces hay hasta límites de tiempo para vencerlo. Lo mejor es que después de vencer a un boss, a uno lo invade una sensación de adrenalina, dopamina y gloria tremendos, que nos lleva a gritar los epítetos menos santos imaginables. Cosas del tipo: “AHÍ TENÍ, MONO CONCH&%@#$!!!!!!”.

Según estuve viendo, el primer boss propiamente tal fue creado en 1980 para el clásico Phoenix. El boss era ese platillo volador gigante al final del primer circuito, en donde al medio moraba un bicho al que se le movían los ojos como loco. Si lograbas atravesar la coraza a disparo limpio, y le dabas al marciano jefe, pasabas de etapa y todo comenzaba de nuevo. Más difícil, claro.

A partir de entonces, la lista de villanos en los videojuegos es eterna. Y existen, por supuesto, bosses memorables.

Supongo que cada uno de ustedes tendrá sus favoritos o sus más recordados. El muy bostoniano y alternativo semanario The Phoenix tiene una lista, pero en todo caso, este es mi top ten (en orden cronológico):