¿Que quién es Ralph Baer? Oh, nadie. Tan sólo el padre de los videojuegos modernos. Sí señor, así no más.
Aunque si se quiere ser un poco más específico, podríamos decir que es el creador de la primera consola de vidoejuegos casera: la Magnavox Odyssey, por allá por 1972.
Porque si bien todos estamos más o menos de acuerdo con que Nolan Bushnell es el impulsor de los videojuegos caseros modernos gracias al Pong y al Atari, lo cierto es que el verdadero padre de los videojuegos hogareños es el gran Ralph Baer.
Claro, puede ser que este señor nacido en Alemania en 1922 sea mucho menos conocido, pero fue gracias a él que existen las consolas de juegos caseras.
Porque fue Baer quien, en 1966, le vendió a Magnavox su idea de una máquina que emulara videojuegos en la pantalla del televisor, lo que dio pie, en agosto de 1972, a la primera consola de videojuegos de la historia: la Magnavox Oddysey.
Baer siguió haciéndose conocido en estas lides gracias a invenciones como el juego de musical Simon (el de las cuatro luces de colores) entre otros chiches más.
Pero ha sido recién este año que su genio ha sido inducido en el National Inventors Hall of Fame, en Ohio, luego de una emotiva ceremonia celebrada en Washington D.C. Bien merecido se lo tenía.