

Anoche vi la excepcional secuela a 28 Días Después, el sorpresivo hit que Danny Boyle (Trainspotting) dirigiera en el 2002.
Esta continuación, titulada 28 Semanas Después fue dirigida por le español Juan Carlos Frensnadillo, co-producida por Boyle y, si me apuran, diría que es casi superior al filme original.
La película se centra en lo que sucede después que el virus ha decimado gran parte de Europa. Inglaterra lentamente comienza a ser reconstruida luego de que ciertas áreas quedan libres del virus.
Pero gracias a un dramático, brutal y muy astuto guión, queda la crema de nuevo. En consecuencia se desata una vez más -como diría Morrisey-, pánico en las calles de Londres. Un pánico masivo, gore y terrorífico. Un deleite para erizar los nervios y estar con la guata apretada hasta el último segundo de metraje. Pocas películas hoy en día se pueden dar ese lujo.
Pero hay más. Una segunda lectura de cómo Fresnadillo (un tipo que me encantaría conocer) filmó la película -con un pulso y un sentido de la acción sobresalientes-, delata que el tipo es un fanático de los shooters en primera persona y, en especial, del Half-Life. Tal cual. O al menos debiera serlo. A considerar (ojo, vienen spoilers):
1.) Al comienzo, cuando los infectados atacan la casa de campo, Don (el gran Robert Carlyle) se defiende del ataque con un fierro palanca idéntico al de Gordon Freeman.
Luego, cuando escapa, lo hace desde el segundo piso de la casa, escapando a través de la ventana de la mansarda, hacia la cornisa y el techo de la casa. Luego cae, se queja de la caída, y continúa arrancando a pie. Tal como Freeman, cuando escapa de los Combine poco después del comienzo del Half-Life 2.
2.) Más adelante, cuando lo hijos de Don retornan a Londres, el viaje se hace en un tren en donde una chica vía parlantes explica las características del lugar. Todo muy, muy similar al comienzo del Half-Life original e, incluso, al del Half-Life 2.
3.) Londres es asombrosamente parecida a City 17: los edificios, las ruinas, los autos abandonados en las calles. Además, está lleno de militares que si bien son soldados (los «buenos» de la película), el look es extrañamente similar en varios casos al de los Combine.
4.) Doyle, el héroe de la película, es un militar francotirador de las Fuerzas Especiales norteamericanas. El look del tipo y en especial su rifle, son calcados a cualquier personaje protagonista militar de un fps (Rainbow Six, Crysis, Ghost Recon, etc.)
5.) A propósito, mientras los chicos junto a Doyle escapan de la ciudad, son atacados por francotiradores apostados estratégicamente en edificios. Y Doyle debe despacharlos. Tal como en el Half-Life 2 (aunque sin granadas). De hecho, la película tiene muchísimo planos vistos a través de una mira telescópica.
Se me quedan un par de observaciones menores en el tintero, pero creo que las referencias y las similitudes saltan a la vista, tal como un headcrab.
No he podido pillar si efectivamente Fresnadillo es un amante de estos juegos, pero algo, ALGO tiene que haber. Tendré que preguntarle personalmente. Algún día. Como sea, ¡gran película!