Todavía no he podido jugar al juego de los Transformers, pero hoy pude ver la película. Y me emocioné. Es tremenda. Es ruidosa y llena de fabulosos efectos especiales en CGI, pero que no molestan. Las máquinas son extraordinarias y a pesar de que el diseño no es tan parecido al de los monos originales, igual todo se ve cool. Y creible. Especialmente Optimus Prime (aunque humildemente creo que es Bumblebee quien se roba la película).
Además, la película es divertida. Hay un par de escenas que de verdad me arrancaron carcajadas y cómo no, incluido viene el guiño a lo que nos convoca en estas páginas: videojuegos. Es sutil y hay que estar atento: durante la climática y caótica batalla final entre Autobots y Decepticons en las calles de Los Ángeles, un tipo sale de una tienda cargando una Xbox 360 que se convierte en un bicho mecánico. Jejejeje… A continuación, la secuencia en cuestión (gracias Icha!).