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[Reseña] ASUS ROG Ally: PC Gamer de Bolsillo

Ha sido interesante la evolución de las plataformas móviles de videojuegos. Porque una cosa es jugar en smartphones y otra, muy distinta, en un verdadero PC portátil, como el ROG Ally, de Asus.

Por Alejandro Alaluf

 

Contar con la posibilidad de jugar alejado del computador o de la consola siempre ha sido, desde siempre, una demanda histórica muy válida para quienes disfrutamos videojuegos.

La opción siempre ha existido, por cierto, desde los días de esas consolas portátiles de Nintendo, las veneradas Game & Watch o alguno de sus clones, como los fabricados por Casio y otros fabricantes de la época, lograron traspasar -de una manera primitiva para los estándares actuales, claro-, la experiencia lúdica para la época, cada una con sus propias particularidades, ventajas y desventajas, por ahí a comienzos de la década de los 80s.

Creo que podemos más o menos estar de acuerdo que la cosa explotó exponencialmente con la llegada del Gameboy, en el año 1989. De ahí en adelante, múltiples compañías han tratado de capitalizar la movilidad en el cada vez más ubicuo mundo de los videojuegos.

Obviamente, la introducción de los smartphones abrió todo un universo de posibilidades que, hasta el día de hoy, continúa siendo la principal entrada de ingresos para la industria de videojuegos, en términos generales de consumo.

Salvo Nintendo con sus propias consolas y la misma Switch, no se me ocurre otra compañía de videojuegos que haya sabido entender las necesidades de las nuevas generaciones en cuanto a portabilidad, aunque no así en cuánto a contenido (eso ya es materia para otra historia).

Entonces, entendiendo que hoy la posibilidad de acceder a un videojuego ya sea por la posibilidad de contar con el acceso a bibliotecas virtuales desde la nube a derechamente mayores posibilidades de almacenamiento de archivos, jugar juegos de PC (o consola) ya es posible.

El primer batatazo lo dio la Steam Deck, a comienzos del 2022. Gracias a un equilibrio entre precio, prestaciones y posibilidades, la consola de Valve demostró que jugar juegos de PC en una plataforma portátil no sólo era posible, sino que además podría gustar.

Afortunadamente, el resto de la industria estaba atenta y tomó nota. Hoy, ya podemos contar con múltiples plataformas portátiles, para todos los gustos y necesidades. Quién lo hubiera dicho un lustro atrás.

Fue Asus entonces, a través de su línea Republic of Gamers (o ROG), la siguiente compañía que tomó el megáfono y anunció su propia consola portátil, aunque con algunos cambios. Principalmente, que sería una consola basada en Windows 11. Es decir, sería una especie de PC de bolsillo enfocado en correr videojuegos.

Personalmente, cuando supe de esta posibilidad, me entusiasmé ipso facto. Era cosa de pensar en las posibilidades que una marca con experiencia en el tema, como Asus, podría entregar a un usuario más allá de acceder fácilmente a videojuegos.

Disclaimer:

En términos personales, esta es la primera consola portátil de “nueva generación” que me toca probar por un tiempo extendido. Es digamos, mi primera experiencia con una plataforma de estas características.

Porque en el intertanto de la entrada exclusiva de Asus post Steam Deck, hoy existen y hay disponibles en diversas tiendas en línea un interesante puñado de alternativas, que van desde la Legion Go -que pronto probaremos- en términos de “PC portátiles” a los sistemas más alternativos de origen asiático, como los populares modelos de Ayaneo o las Ayn, que vaya que han sabido posicionarse como alternativas, además de marcas como Ambernic, Evercade o Retroid, especialmente en el segmento de la emulación de plataformas más clásicas.

Habiendo dicho eso, vamos entonces a revisar la Asus ROG Ally más de cerca y lo que fue la experiencia de uso.

 

 

El Factor Forma

La ROG Ally podría ser similar en forma a esos adaptadores para jugar con celulares. Pero esto es más grande y voluminoso. Se siente algo de peso, con 608 gramos, pero no molesta. Es decir, es posible tenerla em ambas manos por un periodo prolongado de uso, sin que eso sea un detrimento.

La pantalla es una muy rico display táctil LCD de 7” con 1080p de resolución full HD, oproporción 16:9 y a una tasa de refresco de 120Hz, por lo que la fluidez de los contenidos está asegurada y, efectivamente, se siente la cremosidad de la acción dentro de un marco visual bastante aceptable. La verdad, se ve muy, muy bien.

En cuanto a luminosidad, alcanza un pico de 500 nits, que no suena a mucho comparado con algunos displays de smartphones, pero que al final entrega un contraste lo suficientemente claro como para jugar a la luz del día en exteriores.

La consola en sí es algo voluminosa en principio, aunque de a poco uno se va acostumbrado a su forma, incluso también a su peso ya la variada distribución de su botones, que están presentes por todos lados. A ratos, llega a parecerse a la disposición de los controles de la Xbox. Por cierto, esto es algo positivo.

Como era de esperar, la consola está llena de guiños a la marca, iconografía y la clásica iluminación RGB en la base de los sticks análogos.

La interacción, ya sea táctil o a partir del setup de múltiples botones y sticks análogos es fluida y funciona, aunque la integración con Windows podría mejorar. Toma algo de tiempo también acostumbrarse a los cuatro botones de pausa o de menú contextuales alrededor de la pantalla, que son claves para el rápido funcionamiento de la consola en cualquier de sus modos.

Encender la consola, que posee un sensor de huellas dactilares incorporado, es un proceso rápido, aunque hay que reconocer que la carga, hasta que la pantalla muestra la biblioteca de juegos, toma un rato. Nada del otro mundo, pero es un tema que las próximas generaciones deberán atender.

En el fondo, el que la espera desde el encendido del aparato (apagado o dormido) hasta que el usuario esté finalmente contralando el juego debiera minimizarse lo máximo posible. La inmediatez en este tipo de sistemas creo que es fundamental.

 

 

Experiencia de Uso

Vamos al grano: la consola funciona a las mil maravillas. Luego de un breve periodo de personalización y de acceso a mis bibliotecas de juegos a través de distintas plataformas, finalmente estuve en ese momento dorado en donde comienza la elección de los juegos a bajar.

Posterior a ello, a jugar. El primer título que cargué fue la versión para PC del Spider-Man, originalmente exclusivo para PlayStation. Corrió a las mil maravillas. Sí, luego de que la consola dormía y la volvía a encender, debían pasar algunos segundos para que el desempeño del juego llegara a su modo óptimo, pero se lograba. Y exactamente donde mismo había quedado.

Más allá del acostumbramiento de los botones centrales, la sensación en general es que, efectivamente, se tiene en la mano un PC de escritorio, pero móvil, optimizado eso sí para correr videojuegos. Y funciona bien. Insisto: más allá de las obvias mejoras e integraciones con el sistema operativo que si bien efectivas, se pueden mejorar.

Armoury Crate, la app nativa de Asus hace las veces de lanzador para las múltiples plataformas -un cacho conectarse a Steam, EA, Ubisoft, etc.- y funciona, aunque una mano de gato a futuro en términos cosméticos y funcionales no vendría nada de mal.

En ese sentido, es al público casual probablemente al que más le costará familiarizarse con interfaces y atajos a menos tamaño que lo habitual. Pero con algo de paciencia, se puede. Y lo bueno es que todo funciona bien. O al menos, como corresponde.

Para los más detallistas, hay que destacar que la máquina cuenta con un procesador AMD Ryzen Z1, con una versión mejorada para el modelo más caro. Hay 16GB de memoria RAM y 512GB de almacenamiento en disco de estado sólido, lo que esperemos vaya aumentando a futuro, aunque existe la posibilidad de una tarjeta microSD.

Luego, cargué títulos al azar como el remake del Dead Space, el Lost Planet 3 e incluso el clásico Plantas Vs. Zombies original. Tras su correspondiente descarga, todos los títulos corrieron de forma impecable.

El único detalle, cosa que la atribuyo a mis más de cinco décadas: la pantalla se me hace muy pequeña. Pero eso lo atribuyo a que estoy mal acostumbrado a la pomposidad de pantallas grandes de muchas pulgadas que tengo a mano. Pero en un viaje de varias horas, salvación total.

 

Conclusión

Podríamos entrar a analizar toda la tarde los detalles que destacan de la Asus ROG Ally o que eventualmente podrían mejorar. Da un poco lo mismo. Mal que mal, la consola ya es considerada una pionera dentro de su género y, ad-portas a su nueva generación -que al parecer se llamara ROG Ally X-, ya tiene ganando su sitial.

Considerando las prestaciones y las posibilidades, su precio no es necesariamente elevado y se centra dentro de lo que será esta gama de nuevas consolas portátiles basadas en Windows. Lo mejor y lo importante, es que la Asus ROG Ally es una fenomenal máquina portátil para acceder a juegos de todo tipo, ya sean casuales o AAA.