Personalmente, soy un gran fanático de la series animadas y actualmente, mi triunvirato está conformado por Los Simpsons, seguidos muy de cerca por South Park y Family Guy. Aunque no necesariamente en ese orden. Pero sí son mis series favoritas y les rindo una devoción fanática rayana en lo nerd.
En lo que se refiere a videojuegos, son Los Simpsons –lejos– los que mayor cantidad de videojuegos tienen inspirados en su nombre. Desde el magnífico y clásico arcade de 1991 (ese que permitía cuatro jugadores simultáneamente) a las distintas versiones para Super Nintendo y Sega Genesis (la mayoría centradas en el pesonaje de Bart: Virtual Bart, Bart’s Nightmare, Bart vs. The Space Mutants, etc.), computadores y de ahí en adelante, hasta quizás el mejor título de la serie hasta ahora: el The Simpsons: Hit & Run.
South Park, por su parte, serie que no esconde el gusto por los videojuegos como lo han demostrado Trey Parker y Matt Stone en varios capítulos, irónicamente no tiene un solo título que valga la pena. El que tuvo mayor bombo fue el juego del mismo nombre editado por Akklaim en 1998, originalmente para el Nintendo 64 y, un año después, porteado a la PlayStation 2 y a Windows.
Pero el título, incluso para los estándares de la época, era bastante pobre: malos gráficos, mediocre jugabilidad y una débil excusa para una historia. O sea, todo un bochorno. Después de eso hubo un par de títulos más, pero eso sería.
¿Y Family Guy? Pues bien, esta semana se estrena el primer juego basado en la famosa serie de Seth MacFarlane, que transmite Fox. El trailer, al menos, se ve sabrosísimo. Yo no aguanto las ganas de hincarle el diente.