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Terminé el Crysis. Y me siento un poco viudo. Porque desde el Call of Duty 4 -y dejando de lado el Grand Theft Auto IV, sin duda el juego del 2008– pocas veces un juego me había atrapado tanto. Y en el computador. Porque claro, ha pasado demasiado tiempo desde que jugué a algo en serio en un PC. Y el tema fue hablado largamente cuando el juego salió a la calle, en noviembre del 2007.
Considerando los escasos títulos que han aparecido este año en formato PC, y la tendencia que dicta que la mayoría de los gamers están apostando por consolas (por inmediatez, costos fijos, librería de títulos, etc.), personalmente creo que el Crysis podría ser el último GRAN título (exclusivo) para PC; pero además, uno de los mejores fps que he tenido el placer de disfrutar. No por nada, el juego ha logrado vender más de 3 millones de copias en todo el mundo. Eso, sin contar las miles de copias pirateadas que circulan por la red…
Es más, me queda la duda si al final del día me gusta más el CoD 4 o el Crysis. Ambos están soberbiamente hechos, seguro. Pero el Crysis posee un aire épico/cinematográfico sumamente atractivo. De hecho, la (criticada) historia a mi no me pareció tan mala ni tan simplona. No es material para Hollywood, ok, pero sí tiene todo el potencial para serlo: los primeros encuentros con las fuerzas coreanas, el misterioso encuentro extraterrestre y la batalla final sobre el portaaviones son escenarios que producen escalofríos y conducen fluidamente la historia.
Y si a eso le sumamos que el juego posee los mejores gráficos que he visto hasta ahora (no en mi computador, por cierto), la experiencia es demasiado enriquecedora y satisfactoria. El nivel de detalles, de vistas, de ambientación, todo es fenomenal y ultra minucioso. Y si están los requermientos técnicos necesraios, además de una pantallla de generosas dimensiones, el espectáculo puede llegar a ser de verdad único.
Quizás lo más fascinante del juego es el comportamiento de los enemigos. La inteligencia artificial (AI) de los monos en genral es sumamente creible y en ese sentido, la alemana Crytek hizo un trabajo de joyería. No sólo por el comportamiento enemigo antes de que seas sorprendido (conversando, saludando a superiores, meando, etc.), sino que al momento de descubrirte por cualquier tontera (la mira láser, la linterna, aparecer a campo abierto), los malos se reagrupan, se esconden, cubren, y se ponen a gritar como locos. Muy realista el comportamiento de los coreanitos.
Las armas y los vehículos creo que fueron absolutamente satisfactorios. Muy balanceados. Por un lado, conducirlos -en vistas en primera y tercera persona- fue muy agradable y útil, mientras que el arsenal y la particular customización de armas permitía dejar satisfecho al más reclamón.
Por otro lado, el personaje protagonista –Nomad– no es un modelo de caracterización, pero es atractivo, al igual que el traje, el famoso nanosuit. Curiosamente, el personaje que más atrae por personalidad es uno de los aliados d elas Fuerzas Especiales, Psycho, que justamente será el protagonista de la secuela del juego. A propósito, ahora resta esperar qué depara el famoso Crysis Warhead (extensión independiente del juego original), que saldría en un par de semanas más, y ver si lo que ha dicho Crytek sobre una trilogía basada en el universo Crysis será o no cierta. Ojalá sí lo sea.
Por lo pronto, el Crysis ya se ha ganado un sitial especial en el corazoncito de este redactor. Maximum game!
A veces, el diario La Tercera me gusta mucho. Sobre todo, cuando dedican páginas enteras a noticias o destacados relativos a videojuegos. Hoy domingo, en su clásica sección de "Tendencias" (pág. 66), el principal periódico de Copesa le dedicó varias columnas el inminente y hasta revolucionario Mass Effect, uno de los grandes -aunque no tan populares todavía- títulos que se estrenarán durante el segundo semestre. Y se sabe, es justo por esos días que se dejará caer un verdadeo tsunami de suculentos y esperados títulos. Dios nos ampare. Y nos de el tiempo suficiente para poder jugar.
Esta vez, La Tercera, basada en un artículo aparecido en la revista Wired, cuenta los detalles del juego, una gigantesca y épica aventura de acción espacial con elementos de rpg (al parecer, sólo exclusiva para la Xbox 360) que involucra galaxias enteras, planetas varios, razas alienígenas y una historia que "daría para dos películas o cinco libros" y que eventualmente dejaría pálida a la saga de La Guerra de las Galaxias.
A mi me suena bien y lo que he visto del juego me gusta muchísimo. Parece ser que Microsoft -de la mano de BioWare, compañía canadiense que desarrolla el juego y que irónicamente, también desarrolló el Knights of the Old Republic, acaso el mejor juego del universo Star Wars– está astutamente generando un título multijugador poderoso para compartir en línea, y que probablemente peleará mano a mano con las inmensas comunidades mmorpgs tipo World of Warcraft.
Pero eso no es todo. Además, el artículo destaca la gran inteligencia artificial del juego, sin explicar muy bien de qué se trata esto. Y claro, cualquier gamer sabrá que se trata de la capacidad de que los personajes no controlados por el jugador se desarrollen e interactúen con uno y con el medioambiente del juego de maner natural, fluida e incluso inteligente. Ejemplo: en un shooter sin inteligencia artificial (A.I.), los malos avanzan sin pensar y uno los mata sin más. En un juego con A.I, los malos se ordenan, hacen estrategias, se cubren, te rodean y hasta se esconden. A estas alturas del partido, un buen juego debe tener buena A.I.
A propósito de lo anterior, estoy bien pegado con el F.E.A.R. Brevemente: este es un muy buen fps que le sigue un poco los pasos a un favorito de la casa, el Half-Life 2. Acá se combinan los elementos clásicos de un shooter en primera persona, pero con el gran detalles de que el juego tiene tintes de película de horror japonesa, onda El Aro. O Dark Water. O The Grudge.
Nació obviamente para PC hace un par de años, para luego ser adaptado para la Xbox 360 y, recientemente, para el PlayStation 3 (con una mediocre versión). Es un juego ideal para jugar con la luz apagada y a todo volumen (onda Doom). Es de una ambientación extrema en ese sentido y el juego, a ratos, de verdad que prodeuce miedo y una inquetante sensación de angustia. Pero además, los enemigos poseen una extraordinaria A.I. que permite que los enfrentamientos sean muy reales y desfiantes. Muy bien título, muy recomendado.
Fuera de eso, estoy jugando a una ultra freakísima colección de shmups japoneses que me tiene muy contento, porque el género, como ya se deben haber dado cuenta, me encanta (parece ser que ha sido lejos el post más celebrado de todos. Gracias). Y ojo, que se viene la segunda parte. No será quizás tan nostálgica, pero sí freak a más no poder.
IN OTHER NEWS:
Mientras tanto,
Nintendo amplía sus oficinas en EE.UU. y Microsoft quiere una pedazo más grande de la torta. De verdad, no me imagino para nada donde va a estar el PS3 de acá a un año, en relación a sí mismo y al resto de la competencia. La teleserie continúa… Mientras, vean este divertido video a propósito de los baneos al Xbox Live para quienes tengan sus Xbox 360 desbloequadas. La cosa no perdona ni siquiera al mismísimo Hitler.