Consfesión: la primera vez que vi una mina en pelotas fue en una revista Playboy. Fue en la peluquería Yamil de las Torres de Tajamar y debo haber cerca de seis años. Me acuerdo, porque ya leía. Y la impresión, bueno, es importante y duradera. Por eso, a la revista del conejito le tengo un especial cariño que sólo es superado por la Penthouse, que significaba un paso más allá en atrevimiento erótico-fotográfico y, por ende, era un bien escaso.
Hoy es sabido que la revista Playboy ya no cuenta con el prestigio ni las ventas que solía tener antaño. Con un Hugh Hefner a punto de retirarse y la marca convertida en un ícono de nostalgia que sobrevive a punta de realities, al parecer el golpe de gracia podría ser la actual crisis económica que ha tenido un particular ensañamiento con las publicaciones en papel.
Entonces, uno de los posibles salvavidas podrían ser videojuegos. Algo casual, sencillo y ojalá que se pueda jugar directamente en el browser. Es así como ha nacido Playboy Manager…