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Gears of War: Pateando Traseros en Alta Definición

Una cosa es que consideremos el Gears of War como el juego del año por ser, en definitiva, el juego más entretenido, con mejores gráficos y con mejor sistema multijugador –cooperativo y en línea– que haya salido en el último tiempo. Y otra es considerar el gigantesco efecto que ha provocado este título en la industria de los videojuegos. Vamos desgranando:

Primero: es lejos el juego más popular en los estantes. En un mundo dominado por los Marios y los Winning Eleven, que un shooter en tercera persona se convierta en un juego mega popular es toda una novedad, amén de que esto quizás no habría sido posible si no fuera por la potente maquinaria de marketing que Microsoft echó a andar, más de un año antes de que el juego saliera a la calle.

Aún así, el juego ha logrado vender más de dos millones de unidades sólo en los EE.UU. Y eso es muchísimo, además de convertirlo también en el juego que se ha venido más rápido en esta nueva generación de consolas.

Segundo: el juego ha elevado el estándar de la creación de videojuegos a otro nivel, digno de la séptima generación de nuevas consolas.

A propósito, el sitio MSNBC publicó su reseña acerca del Gears of War, y en ella hay un párrafo sumamente interesante que a larga resume la sensación que produce no sólo el mejor título hasta ahora publicado para la Xbox 360, sino que derechamente, uno de los mejores shooters en tercera persona que hay en el mercado: «este es el tipo de escapismo al que sólo se puede aspirar a través de videojuegos. Así, después de jugar GoW, es entendible que gente como Peter Jackson y Steven Spielberg se hayan aliado con Microsoft y Electronic Arts respectivamente para desarrollar sus nuevas visiones”.

Tercero, es unánime: prácticamente todas las listas de fin de año, de todo el mundo, lo han considerado el juego como lo mejor del 2006. Y el resumen de todo, por supuesto que se puede leer desde Metacritic.

Go ahead, punk, make my day: los Gears of War se aprestan a reventarle la cabeza a uno de esos bichos subterráneos.

Cuarto, ha erigido a nivel de culto a su creador, Clifford Bleszinski, más conocido en internet –a través de entrtenido blog– como CliffyB y creador del también popular juego para PCs, Unreal. Rara vez en esta industria un diseñador se ha convertido en un verdadero rock star gracias a un juego de video. Pero eso, claro, ya está por cambiar.

Y quinto, por lograr generar a uno de los buenos personajes del año, el gran y muy cara-de-palo Marcus Phoenix, acaso el badass más rudo del último tiempo, de esos que harían palidecer a Steven Seagal y a Vin Diesel.