Rise and shine, Mr. Freeman…
Seamos justos: pocas veces podemos considerar tan fuertemente el impacto -tanto entre el púiblico como con la crítica- de un videojuegos y tan sostenido en el tiempo. Porque hay juegos que golpean al momento de salir y otros que dejan huella por mucho tiempo después. Es el caso del magistral Half- Life 2.
Esperado largamente, cuando Valve, su creadora, sacó el juego a la calle hace exactamente un lustro, a fines del 2004. El juego provocó un tsunami de proporciones al generar un mundo de ciencia-ficción casi perfecto que ya gráficamente estaba muy por encima de la media conocida por ese entonces.
Además, se trataba de un juego prácticamente perfecto en todos sus departamentos: innovación, historia, jugabilidad, personajes, diálogos, armas, vehículos y por supuesto, diversión. Es lo que creemos acá en Bola Extra. Tanto así, que el juego tiene en estas páginas su propio santuario.
El punto es que no somos los únicos que pensamos así. Obvio. Y hace apenas algunos días, el influyente periódico inglés The Guardian acaba de coronar al Half-Life 2 (en estricto rigor, sus lectores) como el mejor juego de la década. Muy merecido se lo tiene.
Y cómo bien rescató el sitio fan Halflife2.net, lo anterior se puede resumir en la reseña hecha por el diario, específicamente con este iluminador párrafo:
«Half-Life 2 is the game of the decade, not just because it’s good, but because it encapsulates so much of what mainstream gaming has been trying to do for the last ten years; the aspiration to create believable, physically accurate worlds, then to make us a part of them.
The narrative and technical achievements of this game and its episodic follow-ups have been equaled, perhaps, but not significantly bettered. We may see Half-Life’s usurper in the coming decade – we may witness the next quantum shift in the medium. It will be fun getting there. This is why we play videogames, after all.»