Scribblenauts: Escribir es Vivir

A veces, cuesta enganchar con el tema de los juegos educativos. Porque en general son mediocres, más allá de su noble misión y peor aún: son tremendamente fomes.

Para que un juego educativo realmente lo sea, no debe tener ningún tipo de etiquetas que lo refiera a eso de antemano. Si no, es gato por liebre. Es materia escolar envuelta en un brillante envoltorio que dice “videojuego”.

Scribblenauts, justamente, es todo lo contrario a eso y, por lo mismo, es un estupendo y notable videojuego: entretenido, divertido y educativo (pero sin proponérselo).

Precedido de un potente boca en boca, además de diversos premios en ferias y conferencias, este original juego creado por la desarrolladora norteamericana 5th Cell es, a simple vista, un infantiloide juego de puzles y plataformas.

Pero la gran gracia dentro de la mecánica del juego es que todo lo que sea requerido para lograr el objetivo de cada etapa –atrapar una estrella de premio–, implica escribir lo que se necesite.

Por ejemplo, supongamos que Maxwell, el protagonista, debe recoger una estrella que está arriba de un árbol. ¿Cómo rescatarla? Se puede escribir “hacha”, por ejemplo. Maxwell entonces tomará la herramienta y cortará el árbol. O “pájaro carpintero”. O “escalera”, “leñador”, etc. Hasta “Dios” cabe en el léxico.

Suena sencillo, pero el detalle es que las etapas se hacen cada vez más  complejas y a veces es necesario estrujar de verdad la materia gris para cumplir los objetivos.

Por suerte, el juego cubre más de 22.800 palabras que excluyen armas, garabatos y palabras “sugerentes”. Fuera de eso, todo sirve.

Scribblenauts está disponible de manera exclusiva para el Nintendo DS y más encima, tiene la disponibilidad idiomática que uno quiera. Incluso se incluye América Latina. Porque este sí que es un juego que debería estar en todas las salas de clases.