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Happy Birthday, Mr Freeman: Half-Life Cumple una Década

Casi no me había cuenta, pero este mes se cumplen exactamente diez años desde la aparición del primer Half-Life, juego que dio comienzo a la saga y, personalmente, uno de mis títulos favoritos de todos los tiempos.

Haciendo un poco de historia, mi recuerdo es que luego del boom del Doom y el Duke Nukem, a fines de los 90s proliferaron los shooters en primera persona del tipo Quake o Unreal.
En otras palabras, hablamos de juegos multiplayers en línea rapidísimos, sin historias mayormente profundas y ya.
A mí el gusto por los fps todavía no estaba tan desarrollado, pero cuando conocí el Half-Life, por casualidad, por ahí por el 2002.
Y mi gusto gamer cambió totalmente.
Todo se lo debo al lugar donde trabajaba en aquel entonces, en una oficina de administración pública.
Mi jefe (y además compañero de carrera) un buen día, a la hora de almuerzo, propuso instalar este jueguito simpático en algunos computadores del piso.
Un pequeño grupo -los más jovencitos, claro- aceptamos de inmediato. Y ahí empezó todo.

En primer lugar, por lo genial, interesante e hipnótica de la historia.

Tan sólo la secuencia de créditos iniciales, donde el protagonista -el nunca bien ponderado Dr. Gordon Freeman– viaja en tren hacia su pega, un laboratorio ubicado en la localidad de Black Mesa, en Nuevo México, te deja enganchado de inmediato.

Freeman es un connotado físico que trabaja en experimentos de ese orden, hasta que un buen día, por una gigantesca anomalía, se abre un portal interdimensional, entran unos extraños bichos a nuestro universo, queda la crema y comienza la aventura.

 

Los Orígenes
El juego fue desarrollado originalmente por Valve, compañía fundda en 1996 y ubicada en el estado de Wahsington, de la mano de Gabe Newell y Doug Lombardi.
Al momento de salir a la calle, el juego inmediatamente fue alabado por la crítica y el público.
Porque claro, el juego era totalmente novedoso, original y presentaba gráficos únicos, además de un diseño que no se había visto en un videojuego hasta ese entonces.
Pero además, el Half-Life contaba con un robusto y muy bien implementado sistema de juego en línea multijugador que hizo las delicias de los usuarios.
Tanto así, que de acá salió un titulito que los fanáticos de juegos online deben conocer muy bien: el Counter-Strike.
Además, y volviendo a la anécdota original de cómo conocí el juego, las verdaderas maratones a la hora de almuerzo y post-pega jugando en LAN entre toda la oficina, chillando a grito pelado cada vez que alguien mataba al otro.
Por mi parte han sido de las mejores y más entretenidas experiencias sociales que he tenido frente a un videojuego.
Lógico, los autores del juego se inspiraron en el Doom para crear una aventura de ciencia ficción en primera persona y que ojalá «te asustará tanto como ese juego», según comentaron en su momento.
El nombre se refiere a la medida de decaimiento de un producto radioactivo hasta que llega a perder la mitad de su valor. Es híper críptica la referencia, seguro, pero qué importa: suena bien.
Para más remate, por ese entonces ya se filtraban fotos y vídeos de lo que iba a ser la secuela del Half-Life. La cosa se veía alucinante principalmente por el tema gráfico.
De hecho, en mis registros, el Half-Life 2 lo tengo considerado como un antes y un después en cuanto a gráficos de videojuegos para PC.
Y efectivamente, tras varios retrasos, cuando al final salió a la calle la secuela, el aún más fenomenal Half-Life 2, el mundo gamer nunca volvería a ser el mismo.
Pero claro, eso ya es material para otro post.