

La disculpa por la falta de posteos se debe principalmente a dos cosas: una, continuas salidas fuera de Santiago y dos, la falta de un computador en casa.
Este fin de semana, por ejemplo, el destino fueron las tranquilas playas de Tongoy. El lote: compañeros de colegio.
El detalle es que estos viejos amiguetes, de los cuales participamos de un viaje anual en invierno a la cuarta región, no son precisamente gamers, pero algunos han tenido que volver a las consolas por hijos y similares. Yo, feliz.
Así que por primera vez, pidieron llevar el PlayStation 2. Acepté gustoso. Uno de ellos, incluso, llevó su guitarra para jugar Guitar Hero. Así que entre asados y lluvia, le dedicamos harto rato a la consolita.
Los elegidos (aparte de sabrosas sesiones con el Guitar Hero III): el Black (¿acaso el mejor fps para el PS2?), las clásicas colecciones de juegos Capcom, Taito o Namco, y el Gran Turismo, entre otros.
Pero lejos el que más se jugó fue nada menos que el shmup Raiden III, en modo co-op. Y en nivel extra fácil. Qué manera de estar pegao… Así que fue un muy buen fin de semana.