Durante la década de los 80s y los 90s, quienes nos criamos jugando videojuegos en arcades conocemos perfectamente y de… Leer más
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Weekend Roundup 04/08/07: Edición Día del Niño
Ayer pasé por el Aventura Center que está en el Mall Portal
El momento emotivo de la velada vino algunos momentos después, justo antes de que sacara la (poco agraciada) foto que arriba adorna este post (sorry folks, la saqué con la cámara del celular). Pasó que la mujer inserta la ficha en el Demolition Man y el cabro chico comienza a apretar los flippers como si no hubiera un mañana. Yo creo que incluso apenas veía la bola. Pero lo estaba pasando mejor que chancho en el barro. Y claro, me acordé de mí… hace 30 años ¡30 años! Uf. Feliz día del niño.
En la semana, tuve una cuasi revelación con un karaoke. Yep, la verdad es que nunca había tomado en serio este tipo de juegos -verdaderas sagas de canto, más bien– como el SingStar o el Karaoke Revolution. Es cierto, a la larga son todos iguales y lo único que varía son la selección de canciones y los "fondos", mientras los monos cantan. Pero eso pasa a ser prácticamente un detalle considerando las toneladas de diversión que se puede tener. Mejor que cualquier party game. Mejor, incluso, que el mismísimo Guitar Hero.
Cantando por un sueño: no hay nada más cómico que escuchar a tus amigos cantar creyéndose el cuento, después de unos copetes. Las duplas son inigualables. Las risas, garantizadas.
Desde la creación de los personajes, que puedan alcanzar un hilaranate, caricaturesco y hasta asombroso parecido con los jugadores reales hasta la selección de canciones -para todos los gustos- y la dinámica misma, que de verdad te "ayuda" a que cantes mejor a como lo haces en la ducha. Lamentablemente, la gente con la que jugué es aficionada al canto, así que me dieron la gorda en el modo más difícil, eso sí. Pero de que lo pasé bien, lo pasé bien (cantando "Uptown Girl", de Billy Joel). Ideal para jugar con amigos y reventarse de la risa.
Luego, durante el fin de semana, bajé el demo de The Darkness, el nuevo fps de los creadores del Riddick. Está bien, quedé con las ganas de más, pero lo encontré un poco confuso. Aunque sí, era sólo el demo. Además, es otro juego más que te exige tener una tele en alta definición para poder LEER lo que sale en la pantalla. ¿Qué onda? La dinámica buena, fluida, rápida. Buenas cinemáticas también (la intro es de las mejorcitas que me ha tocado ver últimamente), la voz de Mike Patton y una cuota de violencia importante, de esa que te hace abrir los ojos y reirte nervioso. Como pasó con el The Punisher, hasta ahora creo que el juego más violento que he tenido el, um, placer de jugar.
En Xbox Live Arcade bajé el viejo y querido Contra, que tantas fichas me tragó (en esos días, junto también al Cabal), pero encontré esta nueva “versión” bastante insípida. De hecho, parecía la versión para NES, antes que la de arcade. Pero igual me entretuve un rato. Además, bajé también el Marathon 2: Durandal, un fps rarísimo hecho por Bungie –cómo no, los mismos de la saga Halo– el año ’95 que la verdad, lucía demasiado arcaico (onda el primer Doom), excepto por la mobilidad del jugador, que era muy extraña. Rara. ¿Y con qué me encuentro el día de hoy? Con esto. Así que tengan la bacinica a mano si deciden jugar. Yo lo encontré demasiado raro y finalmente lo boté.
Y antes de escribir esto, me pegué una sesión de GigaWing, magnífico shmup del ’99. ¿Puntaje? 33.253.241.750. Y eso que sólo llegué al boss de la segunda etapa…
IN OTHER NEWS:
- Está la divertida entrevista a Bob Hoskins en Super Mario Bros. donde básicamente dice que rodar esa película fue la experiencia más apestosa de su carrera. JA! Pero la entrevista que pillé que realmente quería destacar es la que le hizo uno de los chicos de Destructoid al mismísimo Hurley, de Lost, que es interpretado por nuestro compatriota (y conocido gamer), Jorge Reyes. Obviamente, hablan sobre el juego basado en la serie, que saldría a la calle en febrero del 2008. ¿Y la cuarta temporada? Pues sale al aire el mismo mes. How convenient.
- Al fin el PlayStation 3 logró superar la barrera del millón de unidades vendidas en Japón. Ya era hora. Según reportes, para el mes de julio, fue el juego Hot Shots Golf 5 lo que ayudó a la ventas durante las últimas semanas. Pero el juego más vendido, eso sí, fue -oh sorpresa- el Mario Party 8, para la Wii.
- En la QuakeCon 2007, que como todos los años se celebra en Dallas, Texas (evento que es basicamente un mega tarreo, y el más grande en EE.UU.), id mostró al fin su esperado nuevo proyecto (el último fue justamente el Quake… en 1996). Se llama Rage, es un fps (bah!) y se ve más o menos así. Is that cool or what?
Shmups: Por Qué Nos Gusta Tanto Matar Marcianitos
A través del portal ClassicGaming, me enteré de que en EE.UU. van a organizar una competencia dedidacada a los shmups en la ciudad de Oconomowoc (sic), Wisconsin. Organizado por un grupo de gente, entre ellos el blog dedicado a este género, Shoot the Core, la idera es pillar al mejor jugador de esto estilo en el mundo. (Por si te interesa, las bases están por acá).
Pero, ¿a los qué? ¿Shqué?!?… Tranquilidad. Los shmups se refieren a los shoot’em ups. Ya sabes, esos juegos donde desde a una nave matas marcianitos. Porque desde la época del cuasi estático Space Invaders y su ominosa música a lo Tiburón, matar marcianitos se ha transformado casi en un, eh, estilo de vida. Para algunos, al menos. Gente que uno conoce por ahí… El punto es que estos shooters sí que tienen harto cuento. Es más, son considerados como un género propio, al que se le denomina “shmups”, apócrifo de “shoot’em up”.
Y me quise tomar la molestia de hacer un breve recorrdio personal, de acuerdo a mi exposición en el género, sobre los shmups que me ha tocado jugar. Son hartos, así que lo haré en al menos dos partes. Y me di cuenta que el fanatismo hacia el género es bastante extenso, con una cuantiosa lista de sitios que honrar e informan sobre el tema. De hecho, si buscan una historia cronológica exhaustiva sobre el tema, hagan click por acá. Pero más rato.
Pero ¿qué hace que un shoot’em up -shmup de ahora en adelante- califique como shmup? Bueno, hay ciertas teorías. O clichés. Una detallada lista al respecto puede ser pillada por acá. Ahora, vamos a la historia.
Variaciones dentro de este subgénero hay muchas, pero sí podríamos estar de acuerdo en mencionar al ultramegaclásico Space Invaders (Taito, 1978) como el papá de estos títulos. Si bien al Spacewar! se le considera no sólo el primer shooter per se, sino que también el primer videojuego de la historia, podemos considerar al Space Invaders como el más tradicional de los shmups clásicos.
Pero claro, con todas las innovaciones tecnológicas en 3D, pensar en un shooter tradicional hoy en día sería un poco ingenuo. Pero eso no quita lo bien que uno lo pasaba disparando sin cesar, toda una tarde, agarrando power ups y esquivando lluvias de balas.
¿El concepto principal? Una nave espacial o avión de combate (casi siempre en punta, casi siempre azul y rojo el segundo jugador) avanzando por el espacio (o lo que la imaginación dictaba) disparando sin parar a un ejército de bichos de distintos calibre y forma. Todo, mientras se esquiva una verdadera coreografía de balas. Muy sencillo. Días felices.
¡Un, dos, tres, momia es!: En un Delta de Valparaíso había un cartel que decía: "los videojuegos estimulan la coordinación psicomotriz". Yo lo creía. Aún lo creo. En el Space Invaders, como en cualquier videojuego, si no eres coordinado, no llegas ni a la esquina.
Pero hagamos más memoria. Principios de los ochenta. Luego del boom de los marcianitos monocromáticos que descendían, comenzaron a aparecer diferentes versiones del mismo cuento. Por esos días, recuerdo cuando un amigo me dijo: “hay un juego nuevo, es como el Space Invaders, pero los bichos esta vez bajan ¡de a uno!, en grupo o no, pero se mueven. A veces individualmente”. Me costó un buen rato asimilar
Según Chris Lindsey, director del National Video Game and Coin-Op Museum (Museo Nacional de los Videojuegos) en St. Louis "Capitalizó con el entusiasmo de la era dorada de los videojuegos creada por el Space Invaders al proveer una experiencia más colorida, divertida y demandante. Galaxian tenía enemigos más inteligentes que los del Space Invaders, por tanto requería que el jugador prestara mucha atención a lo que sucedía en la pantalla. Además, no había escudos, como los tienen muchos juegos de hoy."
Luego vino el Phoenix (Amstar, 1980), con acaso el primer boss del que tengo recuerdo (la nave grande al final), y el popular Galaga (Namco, 1981), de los primeros juegos en donde podías tener un upgrade (la nave capturada que después podías recuperar para ensamblarla) y un novedoso bonus stage. Como a muchos, me quedé pegado con los bichos del Galaga por demasiados meses. Incluso, cuando logré tener una deslavada versión en diskette para el Commodore 64.
Pero Namco tenía más: dos años depsués, en 1984, lanzaron el Gaplus (también conocido como Galaga 3) que era más de lo mismo, pero claro, con mejores gráficos, más difícil, velocidad infartante, formaciones freak y otros detallitos. Muy entretenido, especialmente el bonus stage.
Los shooters se fueron diversificando, claro. Aparecieron algunos horizontales, como el Scramble (Konami 1981) o el pionero Defender (Williams, 1982). Pero los más populares siguieron siendo los verticales.
Un paso adelante en esta evolución fue la llegada del popular Xevious (Namco, 1982), cuyas principales particularidades eran que podías disparara a tierra con bombas (segundo botón) y los escenarios iban avanzando. Toda una locura para la época, amén además de los sofisticados efectos metálicos de los bichos y naves enemigas.
¿Y el 1942? Por dios, que maravilla de juego. Tantas tardes pensando que era uno de los tigres voladores, volando sobre el Pacífico derribando zeros. El juego fue sacado por la japonesa Capcom (¿probablemente su primer gran hit?), y tuvo notables secuelas: el 1943: The Battle of Midway, el 19XX: The War Against Destiny y el 1944: The Loop Master (no es talla).
Capcom fue de las marcas que más se asoció con este género, sacando un buen puñado de títulos de esta onda, como el Vulgus. Pero quizás la más recordada sea el Gunsmoke (Capcom, 1985). En rigor, junto con el Commando (su hermano más viejo, también de Capcom), funcionaba como un shmup. El vaquero funcionaba perfectamente como la analogía de una nave espacial. Pero claro, en el viejo oeste. Ja, qué manera de rayar con ese juego. Me recuerda a la playa en verano. En fin. No nos desviemos del tema.
We shall return: Para mi gusta, el mejor juego de la serie fue el 1943. El resto ya fue un poco musho más de lo mismo.
Antes de entrar a la época dorada de los shooters verticales a fines de los ochenta, mencionemos que en 1985 salieron a la calle dos shooters que ya daban pie de lo que se veía venir.
Títulos como el Tiger Heli (Taito, 1985), un complicado juego donde un helicóptero militar evitaba balas y destruía lo que se movía, gracias a dos mega bombas que eran de los más novedoso par la época y el Gradius (Konami, 1985), que si bien era un shooter horizontal, presentaba novedosas innovaciones, sobre todo en materia de armas y upgrades.
Dale con el látigo: shooter horizontal, el Gradius permitía arrastrar esas pelotas que daban vuelta alrededor de la nave. Como esos amigos jotes, pero que idual ayudan.
Reconozco que me pegué varios meses al Gradius, mientras que el Tiger Heli (que a su vez dio paso al Twin Cobra) lo encontraba particularmente difícil. El Gradius, a su vez, dio paso a otros verticales notables como el Darius (Taito, 1986; lo jugué en los Diana, en un cabinete horizontal enorme), el Salamander o el fantástico R-Type (Irem, 1987).
Es más, esta última saga, junto con el Gradius y la de los 19XX son consideradas como las tres dinastías principales en la historia de los shmups, según Wikimup, el portal wiki sobre el tema. Pero lo más freak estaba por venir…