Autos eléctricos deportivos y de lujo, múltiples pantallas en el interior y nuevas tecnologías para generar energía en movimiento son parte de las grandes novedades que presentó la China Auto Show 2024 en Beijing, China.
Por Alejandro Alaluf
Antes que nada, debo decir que algo de experiencia tengo en ferias de gran tamaño. Pero honestamente, nunca me había tocado experimentar un evento de la envergadura de la que fue la China Auto Show, en Beijing, que comenzó nuevamente a hacerse de manera anual, post pandemia, alternando entre la capital china y Shanghái.
Fue mi primera experiencia asistiendo a una feria de automóviles y debo decir que como acontecimiento tech, fue maravillosamente apabullante. Por varios motivos: el tamaño, la cantidad de gente y los tumultos, la extensa variedad de participantes y la inacabable cantidad de vehículos que hipnotizan con cada mirada, cada uno con sus novedades y características.
Es sin duda una feria algo compleja de cubrir en su totalidad, pero todo eso no deja de lado que la experiencia haya sido algo absolutamente única, más allá de todas las noticias, sorpresas e innovaciones que uno puede atestiguar y contar.
Fabricantes y grupos automotrices de todas los rincones del planeta estaban presentes, entendiendo, claro, que hoy -a partir de la presencia cada vez más masiva de autos eléctricos alrededor del mundo- los grupos chinos son acaso los dominantes en ese sentido. Especialmente, en esta feria.
En ese sentido, la tecnología está tomando un rol cada vez más preponderante, para alegría y deleite del suscrito.
El objetivo era justamente ese. Más allá de las noticias duras respecto a lanzamientos y nuevos modelos, mi misión era justamente atestiguar las novedades más tecnológicas de lo presentado en el salón.
Mal que mal, ya es vox populi considerar que las actuales generaciones de automóviles, especialmente eléctricos, son prácticamente “celulares con ruedas”. Y eso es totalmente cierto: la fusión tecnológica entre innovación mecánica y confort digital es algo cada vez más evidente.
Y el caso de BYD, la empresa de vehículos china que superó en ventas a Tesla -y que gentilmente me invitó a la feria- presentó múltiples ejemplos de lo anterior. BYD, hay que decirlo, es realmente es hoy un gigante que claramente está liderando la revolución asiática en transportes y está muy por encima del resto de los fabricantes. No por nada tenían el espacio más grande de la feria.
Ahora, más allá de los variados lanzamientos de la marca, en distintas categorías, fueron justamente los detalles más tecnológicos los que realmente acapararon mi atención.
Ya de entrada, tenemos la nueva generación de habitáculos entre los distintos vehículos a los que tuvimos la posibilidad de acceder y probar, que son de verdad sorprendentes, especialmente en el tema displays.
Es decir, hablamos de pantallas que giran automáticamente de acuerdo con las necesidades del usuario, que despliegan una cantidad infinita de detalles respecto al funcionamiento del vehículo son un desde. Pantallas táctiles que también se encuentran de manera individual en los asientos traseros, por cierto.
Pero más atractivo aún en términos de diseño son las pantallas que vienen incrustadas dentro del tablero frontal, tanto para el conductor, como para el copiloto, que derechamente cuenta sobre la guantera con una pantalla de alta definición capaz de reproducir plataformas de contenido audiovisual en streaming o incluso reproducir videojuegos, entre otros contenidos.
Al centro, la carga inalámbrica de hasta 50W para múltiples aparatos ya es una maravillosa realidad, al igual que contar con asistentes de voz para controlar la temperatura del habitáculo o subir o bajar ventanas, entre otras posibilidades prácticas. El confort digital es algo que BYD cuida minuciosamente y se nota mucho.
Otros detalles tecnológicas tienen que ver con sistemas de conducción autónoma. De hecho, BYD anunció que próximamente estará disponible en su SUV Song L, un sistema que estará disponible como asistente de conducción, por ejemplo, cuando el conductor pudiese quedarse dormido al volante.
También llamó mucho la atención la plataforma e4 presentada por el gigante chino en su marca Yangwang de gama alta. Ambos modelos de lujo de la marca el súper auto deportivo U9 y el SUV U8 vienen con el sistema, que permite darle movilidad independiente y dinámica a cada una de las cuatro ruedas, en donde, como demostración, el auto era capaz de girar en 360 grados sobre su eje. Todo, a partir de esta nueva tecnología que redunda en mayor control y niveles de seguridad para los conductores. Al pincharse una rueda, por ejemplo.
O respecto a las autonomías de baterías en las próximas generaciones de automóviles -China es el mayor fabricante del mundo- en donde a partir de combinaciones de hierro y fosfato, ya hay unidades que permiten llegar a más de mil kilómetros de autonomía después de una sola carga.
Pero hubo mucho más. Desde la presentación del Mini Aceman, el primer vehículo 100% eléctrico de la marca, a la nueva oleada de modelos de marcas japonesas y americanas, y casos como el SU7, el primer automóvil del fabricante tecnológico Xiaomi, que fue uno de los modelos más populares de la feria, claramente lo eléctrico (y lo ultra tecnológico) es hoy el principal conductor de la industria automotriz
Todo eso es sólo parte de lo que pudimos apreciar en la China Auto Show. Claramente, los compras y lazos que empresas tecnológicas como Baidu o Tencent, además de las compras hechas por grupos automotrices chinos, han generado que en los últimos años efectivamente se haya logrado levantar el estándar y la percepción del usuario occidental.
En otras palabras, no sólo les ha permitido sobrevivir en este competitivo mercado, sino que derechamente les ha dado resultados muy, muy positivos.
Las calles de ciudades como Shenzhen o Beijing, donde estuvimos, son parte de la constatación de que el parque automotriz en China definitivamente ya vive una actualidad eléctrica, amén de una constante entrada de nuevas marcas y modelos que eventualmente pueden inundar el mercado pero que, al mismo tiempo, es algo bienvenida para que la competencia genere finalmente la ganancia para el consumidor.