Clásicos·Entrevistas·Flippers

Breve Oda a los Arcades

¿Qué recuerdos tienen de los viejos arcades capitalinos? De los que me acuerdo cuando más-más chico son lugares como el Flamingos, en el Shopping de Vitacura (luego Flipperlandia), los Delta por todo Santiago, claro, los DIana en el centro. Pero hay uno en particular, que no me acuerdo cómo se llama, que estaba al lado del Bowling de Apoquindo, en un segundo piso, donde después funcionó la mítica Discola (donde no servían copete, sólo gaseosas) que le tengo un cariño especial. Ya, se me cayó pesao el carné, lo sé.

(UPDATE: Gracias a la inacabable trivia (y memoria) del señor Hernán Díaz T., hemos recordado el nombre del lugar: el Galaxy Bowl!)

El ambiente es imposible olvidarlo: cuasi oscuridad, explosión de luces y ruidos electrónicos, aire acondiciando a full, baldosas brillantes, paredes alformbradas, música disco y olor a década de los 70s. Eran pasillos eternos de máquinas, entre flippers y videos. Videos con muebles originales y todo. Pero también había otras máquinas. Las clásicas eran los taca-tacas y mis favoritas, las mesas de air hockey, una especie de ping-pong futurista sobre una superficie llena de hoyos que expulsaban aire. Genial. Los arcades eran geniales. Estar envuelto en ese miasma de estímulos eléctricos era fascinante. Mataría por un lugar así en Santiago. Sí, algunos malls tiene algo similar, pero nada se compara a lo que era antes.

Pero claro, en el primer mundo sí existen algunos arcades. En EE.UU. también son considerados objetos de nostalgia, pero los hay. Como las cadenas Gameworks o los Dave’n Busters, que son una especie de Chuck E. Cheese para adultos en el midwest y la costa oeste. También, se supone que en el área de Chicago está lleno de lugares que tiene videos y flippers, onda bares y pizzerías. Cómo en los ’80s.

Happy happy, joy joy: antes, uno iba a lugares como éste para entretenerse. Bueno, algo así. Ahora en Chile casi ya no existen, pero en EE.UU. sí.


Gamasutra hace poco le hizo una entrevista a Bill Cravens, hijo de Matt Cravens, un tipo que en los ochenta trabajó para la Capcom e introdujo al mercado occidental títulos tan emblemáticos como el Street Fighter II, Mr Do!, Final Fight y Super Punch Out, entre otros. Ahora, Matt lleva las reindas del negocio: Betson, uno de los más grandes distribuidores de maquinitas en EE.UU. Acá, cuenta en qué está el negocio en la tierra del tío Sam. A ver si alguien se tienta por acá…

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Flippers·Noticias·Películas

Nuevo Pinball de Spider Man

Aaah, nada como una noticia sobre flippers. En este caso, vía el portal Pinball World, me entero de que ya lista para salir del horno una máquina dedicada a la nueva aventura del Hombre Araña. Esto no sólo debido a la película, sino que también es parte de la celebración de la ciudad de Nueva York al superhéroe creado por Stan Lee. Es la Spider-Man Week in NYC! Qué choro. Es como si acá le dedicaran una semana a… Condorito. O algo así.

El caso es que la máquina, fabricada por la norteamericana Stern (que últimamente también le ha hecho flippers a Family Guy y a los Piratas del Caribe) en realidad va dedicada a la saga fílmica de Spider-Man. Como todas las tablas mesas actuales, ésta cuenta con varios juguetes en donde se puede ver a Doc Ock, el Duende Verde, Sandman y claro, a Venom. Según el sitio:

Spiderman 3 tiene tres flippers, dos bateadores ‘web-slingers’, bancadas de tres y cinco dianas, imanes y motores para mover a Sandman y Green Goblin, además de numerosos juguetes. Sin contar con los innumerables samples de las tres películas de la serie Spiderman y frases originales de J. Jonah Jameson, el director del Daily Bugle, y unas animaciones excelentes.


Cool, ¿no? ¿Alguien recuerda el flipper original hecho por Gottlieb a principios de los 80s, que estaba basada en los monos animados de Spider-Man? Yo sí. Tenía esas clásicas paletas dobles apestosas, porque la bola se te podía ir por el medio cuando las abrías. Qué estafa. En fin, otros tiempos. Y si alguien pilla este nuevo flipper de Spider-Man por ahí, por favor, ¡que avise! Gracias.

Mi sentido arácnido está vibrando: este es el backglass del flipper original de Spidey, desarrollado por Gottlieb en 1980. No se aleja mucho de la versión actual, ¿eh?

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Flippers·Videojuegos

¿El Primer Flipper Next-Gen?


Este miércoles, dos nuevos títulos han aparecido en el bazar Xbox Live Arcade para bajar. Uno es el puzzle Eets: Chowdown (yaaaa), pero obviamente el más interesante de los dos es éste, el Pinball FX, juego desarrollado por los estudios Zen, y que si no me equivoco vendría a ser el primer pinball dedicado a las consolas de nueva generación. Excelente.

A juzgar por las fotorrealísticas imágenes del juego, las mesas y la bola se ven muy auténticas. Pero eso no es todo: Pinball FX permite también controles corporales (¿?) a través de la cámara Live Vision de la Xbox, además de la posibilidad de chatear con otros jugadores en línea. ¿Para qué? Quien sabe. El punto es que el juego se ve alucinante, así que espero poder probarlo luego.


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Clásicos·Flippers

«Vale Callampa»: El Verdadero Origen


Discutiendo con mi amigo Totoro sobre el origen de ciertas frases populares, llegamos nada más y nada menos que al origen del popular concepto “vale callampa”.

La raíz de esta vernáculo se adscribe a los bumpers de los flippers, es decir, esos honguitos que pueblan el campo de un pinball y que hacen rebotar frenéticamente la bola. Bumpers que acá también eran conocidos como “callampas”. Y claro, como las “callampas” daban puntajes magros cuando la bola los tocaba…

Entonces cuando algo “vale callampa”, es porque eso vale prácticamente nada. ¿Se entiende? Qué bueno, muchas gracias.

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Flippers

The Getaway en el Lavado de Autos

Hoy fui a lavar a el auto al “Ciclón” de La Dehesa. Y ¡oh, agradable sorpresa!, para paliar la espera, había un par de flippers a un costado del lugar. En estricto rigor, era un video que estaba apagado (el mueble no decía nada) y al lado, el The Getaway, clásica máquina Williams, creada en 1992 –secuela de otro clásico, el High Speed (también Williams)–, y de las primeras en tener un panel de matriz de punto, además de una palanca de cambios para eyectar la bola.

Si apretamos la tecla nostálgica, me encuentro a un par de años de Periodismo, donde un boliche de calle Ejército, cercano a la escuela, tenía la máquina. Inolvidable era escuchar de fondo “La Grange” de ZZ Top. No era raro entonces fugarse a media mañana jugar un par de fichitas. Otros tiempos.

Lavando espero: gran idea tener estas maquinitas en los lavados de auto. Al menos, se ve cool. Bueno, un poco.

La máquina que vi esta mañana estaba a bastante mal traer. La paleta derecha estaba mala y el vidrio de la mesa estaba rayado con pica. Aún así, fue simpático esperar el lavado del tocomocho, mientras el flipper eructaba rugidos de motores.

Si por ahí hay alguien interesado en leer en detalle en qué consistía el pinball, acá está todo.

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Clásicos·En Medios·Flippers·Noticias·Videojuegos

AMOA 2006: El Verdadero Flipperlandia

Cuando chico, uno de mis mayores placeres sociales era pasar una tarde entera con amigos en un arcade, que acá en Chile tuvieron el nombre genérico de Delta. Ir a los deltas. Gastarse unas fichas en los Deltas. Había montones, por todos lados, y en la playa también. Pero también había otros arcades, como Flipperlandia, los Gamecenters o los mismos Juegos Diana.

Si la memoria no me falla, la primera vez que pisé un arcade y puse cara de baboso fue a fines de los 70s. Tengo el recuerdo de ir de la mano con mi papá hacia el Shopping de Vitacura y desde lejos sentir una infinidad de ruiditos electrónicos.

Allí estaban los Flamingo (que luego pasaron a ser Flipperlandia) y al entrar, aún recuerdo la sensación mezcla entre aire acondicionado, muchas luces (por sobre una cierta luminosidad tenue del local), ruidos miles y una cierta onda media disco en el lugar. O sea, una sobre estimulación a los sentidos brutal. Y fascinante.

En general los arcades, es decir, esos salones repletos de flippers, videos, incluso juegos de mesa tipo Air Hockey, me recontraencantan. Siguiendo con la cosa nostálgica, recuerdo las idas "clandestinas"con mi abuelo a los Diana de Ahumada (los que acaban de cerrar) y un arcade que estaba al lado del desaparecido Bowling de Apoquindo, en el segundo piso, donde después estuvo (gasp!) la Discola. uno se perdía entre tanto juego. Pero claro, nada de eso existe hoy. Ni los Deltas ni nada.

En verdad, son lugares que desaparecieron hace mucho rato. Desde que durante los 90s las consolas se apoderaron del entretenimiento casero, ir a los flippers ya no tenía mucho sentido. Menos aún para las nuevas generaciones. Una pena, claro. Pero en EE.UU., que fue donde se masificaron durante los 70s y 80s (¿te acuerdas de la película Tron?), aún existen. Son escasos, pero los hay. En Japón, en cambio, los game centers todavía abundan.

Esto nos conduce a la AMOA, también conocida como la Amusement & Music Operators Association, feria que se realiza anualmente en EE.UU. y que este año tuvo lugar en Las Vegas (era que no) a fines de septiembre. A este lugar sí que me encantaría ir. Es como el stand de Japón en la FISA, en los 80s, cuando uno podía ver las novedades que meses después iban a estar en los Delta. Pero claro, acá está multiplicado por diez. Este año hubo 6.000 asistentes en la AMOA. Y hubo de todo.

¿Detalles? El sitio oficial de la última versión de la AMOA está aquí, y un buen reporte del sitio Retroblast, está por acá, con buenas fotos y todo.

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Flippers·Noticias

Y Se Nos Van los Juegos Diana de Ahumada

Una lata. Pero tarde o tempano iba a suceder. El mítico local subterráneo de Ahumada 131 se cerró para siempre. Pero qué pena por la cresta. Era el último de los grandes salones de arcade de Chile (y del mundo, probablemente). Donde había flippers de todas las épocas para regodearse. Donde me escapaba cuando iba al centro, gracias a la venia de mi abuelo y a pesar de los gritos de mi madre. Donde incluso celebré un cumpleaños (no la fiesta, claro) con varios amigos cuando chico. En fin. Fue bueno mientras duró.

Hoy conversamos en la radio con Ignacio Moraga, el dueño de los Diana. Simpático el tipo. Se nota que le tenía cariño al lugar y a las máquinas. Como sea, desde este humilde rincón vaya un saludo a esas tardes de fichas y fichas.

Acá, el link a la nota de la entrevista, que salió publicada en el sitio de Radioactiva, y también en Emol.

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