Las colecciones de videojuegos retro siguen muy saludables y entretenidas. Tal como en los 80s. A ver, rápido: menciona… Leer más

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El nuevo juego de Ubisoft pone al jugador en la mecánica de los hack’n slash clásicos en un entorno que es, en el fondo, el escenario para las tres clases más representativas del género: caballeros, samurái y vikingos. Leer más
A pesar de que los fanáticos lo nieguen o no quieran reconocerlo, el PC está quedando relegado a juegos de nicho. Si antes el PC era una plataforma más, ahora se ha transformado en un bastión para simuladores, juegos de rol masivo y de estrategia. Ni siquiera los shooters en primera persona –género punta de lanza para los juegos para PC– ha podido resistir al atractivo poder y accesibilidad de una consola.
El caso del Hellgate: London confirma lo anterior: un juego exclusivo para PC, que eventualmente podría caer a las consolas, pero que se siente mucho más cómodo en un computador. Y cómo no, es justamente un juego de estrategia en tiempo real con toques de shooter en primera/tercera persona y de multiplayer masivo, con pagos de suscripción, formación de clanes y todo. El resultado final es interesante, a ratos entretenido, pero no impresiona. Cómo sí lo hizo, por ejemplo, el World in Conflict, aunque sean distintos entre sí.
Si bien el juego posee elementos para una campaña a solas, son los elementos en línea los que le sacan el jugo al juego. La premisa se ambienta en un Londres post apocalíptico. Es el año 2038 y la capital inglesa está dominada por diversos demonios que infestan calles, laberintos y zonas abiertas de
De hecho, muy similar en estructura al Diablo, pero enchulado para las nuevas generaciones, Hellgate: London es un juego específicamente diseñado para gente que aún se mantiene fiel y fanática de los juegos para PC, esa que prefiere un mouse y un teclado antes que un joypad. Y de que las hay, todavía las hay. Por mi parte, creo que ya voy en retirada.
Seguramente recuerdan -y aún juegan, como yo- al genial Dead Rising ese gran juego abierto diseñado por Capcom con zombies en un mall. Suena familiar, ¿no? Claro, porque la historia le debe algo más que el setting a El Amanecer de los Muertos, la cinta de zombies en un mall dirigida por George A. Romero en 1979. Todo un clásico a estas alturas, que acaba de estrenar la quinta parte de la saga iniciada en 1968 con La Noche de los Muertos Vivientes.
La influencia de la historia del Dead Rising es más que evidente, por mucho que el juego expusiera un cartel al comienzo diciendo que "no tenía nada que ver con la película original, ni con su dirctor". Ok, pero igual uno no dejaba de quedar un pelín incómodo con el plagio, más allá de que el juego sea un sobresaliente hack’n slash abierto en donde hay que destruir una misteriosa plaga de zombies en un centro comercial. Las similitudes son demasiado evidentes.
El juego fue editado por la japonesa Capcom durante el 2006, exclusivamente para la Xbox 360, y logró vender más de un millón de copias. Pasó el tiempo y comenzaron los rumores de una posible secuela, para alegría de los fans (me incluyo). Capcom se desentendió del tema y aparecieron versiones que aseguraban que la secuela iba y que sería desarrollada por un estudio norteamericano. Y luego, lo que muchos esperaban: George Romero ha demandado formalmente a Capcom.
Para ser más específicos, la demanada proviene de una productora independiente neoyorquina, MKR Group, que tiene los derechos originales de la cinta de Romero y que alegan una disputa por copyrights hacia Capcom, en donde básicamente dicen que el juego es una versión para consolas de la película. "Ambos juegos tienen toques de comedia negra y ambos tienen comentarios social provocador con la cultural del mall", dijo un portavoz de la productora. No deja de ser cierto.
Pero más allá de la polémica, considero que la demanda es una tontera. Primero, ¿a quién le importa, excepto -quizás- a los involucrados? y segundo, considerando el éxito del juego, del remake de la película y de Diary of the Dead (la quinta parte en la saga de muertos vivos), ¿no es hora ya de sacar provecho en serio del tema zombie? Hay cerebros para todos. No sé. Yo sólo espero la secuela. Y la película.
Mouses de distinto calibre, cámaras para PC, periféricos gamers y miles de chiches más. Microsoft no sólo es Windows y Office. Es más, lleva 25 años produciendo gadgets para computadores, de distinta índole y a veces con la mayor de las especificidades. Y ayer celebraron en Chile el cumpleaños.
Todo se realizó en el Dominga del Boulevard del Parque Araruco, post pega. La idea era un happy hour entre algunos periodistas del rubro, y la cosa estuvo muy entretenida con el consecuente desfile de cosas ricas (mi favorito: jamón serrano con aceitunas sevillanas en rodajas de baguette tostado untadas con mantequilla y eneldo, creo) y tragos para amenizar. Mal que mal, era un happy hour.
Además, lógicamente había consolas dispuestas para jugar un rato. Estaba el Gears of War (siempre un favorito), el Project Gotham Racing 4 y, en una pantalla gigante, la presentación exclusiva del Kingdom Under Fire, un nuevo título -secuela del clásico hack’n slash coreano-, que Microsoft quiere detsacar para las próximas semanas y que me recordó mucho al subvalorado NinetyNine Nights (o N3 para los amigos).
Es decir, acción cuasi medieval en tercera persona, espacios abiertos, muchos enemigos en pantalla, espadas gigantes y gráficos tipo animé. "Es el tipo de juegos que le gusta al gamer chileno", acentuó Vicente Lozano, Gerente de Entretenimiento y Hogar de Microsoft, al referirse al juego. También destacó que su lanzamiento se hará en Chile antes que en Norteamerica. Buen detalle.
Vicente, junto con Cristián Sapunar, flamante nuevo Gerente de Cono Sur para Microsoft, repasaron el cuarto de siglo del hardware Microsoft (desde los primeros y ladrillescos mouse a los increibles teclados actuales y los mouses ultra sofisticados). Luego, la ronda de preguntas. Algunos comentarios:
Lo mejor vino al final. Al irnos, algunos souvenirs y –cha, chan, cha,chaaan!- ¡el Gears of War para PC! (el comentario se viene en los próximos días). Así que en resumen: buen evento, buena onda, así da gusto.
La tapita no es nada especial. Sólo el logo del nuevo estudio de David Jaffe, que se llama Eat Sleep Play. Simpático, ¿no? A mi me gusta. Para quienes no lo conozcan, Jaffe es el padre del God of War y en general, un tipo bastante deslenguado para referirse a la industria. Algunos lo consideran un visionario, mientras que otros un verdadero freak. A mi me cae bien. Y el logito me gusta. Me da la sensasión de una bebida helada en pleno verano.
A propósito de logos, tengo un post guardado hace varias semanas acerca de la evolución de los logos de las consolas de videojuegos a lo largo de la historia. Lo postearé como se debe esta semana.
En juegos, nada epecial: intercalé algunos temas del Guitar Hero II con el Ninety-Nine Nights (N3 para los amigos), de los pocos juegos con fuerte influencia nipona para la Xbox 360, que había probado apenas el año pasado, y que nunca pude jugar como corresponde. Hasta ahora. Y me entretiene el concepto de hacer combos gigantes aniquilando a cientos de enemigos con tres patadas y un combo. Je. Justamente tipo God of War, pero multiplicado por cien.
IN OTHER NEWS:
El otro día, Microsoft tuvo la gentileza de invitarme a jugar algunos de sus nuevos títulos para la Xbox 360 en una gloriosa tele de plasma de 42". Ok, eran sólo demos, pero para estar jugando toda una tarde, estuvo bien. Son previews y valen. Acá, los comentarios preliminares:
Interesante shooter en tercera persona que recuerda la jugabilidad del Rogue Trooper, en donde el protagonista se transforma en un súper soldado que en un atmosférico paraje helado debe lidiar contra a) unos bichos estilo Starship Troopers y b) otros soldados enemigos. Hay elementos destructibles dentro del entorno (de donde sacas energía) y está el clásico arsenal de armas de distinto calibre. Nada del otro mundo.
Saints Row (Voilition / THQ)
Una copia descarada al modelo del Grand Theft Auto. Es difícil poder apreciar este juego por sus propios méritos, porque de verdad la imitación es burdísima. Ok, hay ciertos elementos gráficos (recordemos que esto es la 360) que hacen que el juego en general luzca más atractivo, pero eso es sólo maquillaje. Una patudez del porte de un buque, aunque igual cautiva. Sólo para fanáticos del free roam o para saciar la sed en espera del Grand Theft Auto IV.
Épico e intenso. Así es este juego, con una estética medieval ajaponesada, en donde las batallas implican luchar con cientos de enemigos blandiendo una enorme espada que, gracias a varios combos y técnicas, puede dejar la crema. La lata es que a veces, cuando te matan, debes repetir las batallas que a veces son medio lateras y hasta repetitivas. Mucha apretada de botón, que agota un tanto. De todos modos, un buen título con harto potencial.