Que levanten las manos los que alguna vez se sentaron a jugar ese fenomenal arcade llamado After Burner. Ya saben, ese juego que sacó Sega por allá por 1987 y que todos los que alucinamos con Top Gun nos sentíamos como Maverick piloteando un F-14 sobre el Atlántico. Fue de los primeros simuladores arcade que exitosamente lograban trasladar la emoción de manejar un avión de guerra, pero en un ambiente dinámico, sencillo de manejar y sobre todo, explosivo. En resumen, un deleite de experiencia.
El Heatseeker, desarrollado por el veterano equipo de Codemasters, se nutre de lo anterior para crear un juego que en esencia es básicamente un After Burner enchulado, a medio camino entre un simulador del tipo Ace Combat, pero con un pie puesto firmemente en los códigos del arcade tradicional. En otras palabras, sacrifica realismo por entretención.
El juego te sitúa en medio de un conflicto terrorista, según nos enteramos por un noticiario ficticio. Eres parte de un Comité Internacional de defensa que busca acabar con los planes de un dictador cargado de ojivas nucleares (¿guiño a Corea del Norte?). El juego ofrece la posibilidad de pilotear más de 30 aeronaves modernas, incluyendo el siempre popular F-15, el futurista F-35 Lightning II, el poderosísimo F-22 raptor y el siempre impresionante (aunque obsoleto) Blackbird SR-71 en misiones que cubren suelo americano, el Caribe y hasta el territorio antártico.
Pero quizás lo más destacable del juego, más allá de lo atractivo que son los combates aéreos, es el pequeño gran detalle de que al disparar misiles, una cámara adosada al proyectil permite ver la trayectoria de éste, hasta el momento de impactar (o no) al avión enemigo. Si bien al principio la cosa marea, al final termina siendo un gran agregado que permite disfrutar más profundamente al juego. Claro, siempre es agradable presenciar una flamante explosión aérea.
Qué lo pilleeeen, que lo atrapeeen: una de las lindas vistas del Heatseeker. Un juego entretenido, simpático, a ratos novedoso, pero nunca como para volverse loco.
En ese sentido, la experiencia varía por consolas. La versión para Wii, gracias a su control sensible al movimiento, permite que los controles del avión sean hechos por los movimientos físicos del jugador. Nada de mal. E incluso más entretenido.
La versión para PS2 sacó un puntaje de 61 en Metacritic, mientars que la versión para Wii, 64 (la de PSP no estaba disponible). O sea, ahí, salvando. La página oficial de Codemasters, por acá.
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