Cuando lo leí por primera vez, no lo creí demasiado. Era como irreal. Me imaginaba que había que ser un mega híper hacker europeo para poder hacerlo y, lo más importante de todo, que sin botones la cosa no tendría mucho sentido. Pero lo tiene. Funciona. Sirve. Se trata de un verdadero emulador del clásico Nintendo Entertainment System (NES para los amigos) en el iPhone o en el iPod Touch.
En el proceso de instalación, me fijé en un sólo detalle, que me lo corroboró un amigo que me ayudó enormemente en el proceso (más bien, él hizo todo mientras yo preguntaba como gil, así que le mando un abrazote desde esta tribuna por el tiempo dedicado): hay que hacer todo desde un Mac.
Pasa que una vez que se instala el emulador desde el iPhone (a través del indescriptiblemente cool "Installer"), hay que pillar los roms. Y una vez que los tienes, instalarlos en un directorio del teléfono. Y ahí era donde yo topaba. Me explicaron que eso se hace a través de un programilla Mac que "abre" directorios que existen en el iPhone. Una vez que los tienes, pones los roms como si nada, y listo. A jugar. Si tienes dedos pequeños, claro.
El emulador corre a las mil maravillas. Incluso con el acelerómetro. Es decir, si inclinas el iPhone -como se haría con fotos o páginas web- el emulador se adapta a la posición del aparato. Cool. La música y los gráficos son calcados. Iguales. Cero fallas. Pero el gran detalle está en los controles. El emulador replica visualmente el control de un NES a la perfección. Pero claro, como es pantalla táctil, hay que aplicar como tal. Funciona, pero no lo hace a un 100%. Porque no hay feedback en los dedos. Es complicado y es raro.
Y si bien la cosa corre bien, se puede jugar y todo, dudo mucho que me pegue, más allá de explorar algunas cosillas viejas por curiosidad/nostalgia. De hecho, la cosa finalmente funciona mucho más para sacarle pica a tus amigos. Jejeje…
A continuación, una entrevista con el creador de la aplicación y acá, un video que muestra esta maravilla en pleno funcionamiento: