En el incansable arte de reseñar videojuegos, uno la mayoría de las veces se ve sujeto sólo al demo del mismo. Y es ahí donde surge la pregunta de los $49.990: ¿cuál será mi próximo juego, basado en este pedacito que jugué? En mi caso, por estos días me convencí por el Red Faction: Guerrilla.
Porque los demos funcionan como el trailer de una película: no sólo te convencen, también te hacen ir por más.
En ese sentido, el demo de la tercera parte de la saga creada por Volition es un excelente aperitivo para entender el trasfondo del juego -un minero revolucionario en Marte- y su jugabilidad, sustentada en el hecho de que todo en la pantalla puede ser destruido (y siempre de una manera distinta). Un cóctel definitivamente atractivo en mis libros. Comentarios, después del salto…