Reseñas·Videojuegos

Spider-Man 3: A Combos y Telarañas

"Freak? I’m the freak? Have you looked in the mirror lately?" — Eddie Brock

Que el fenómeno Spider-Man se esté expandiendo como tela de araña por el mundo no es ninguna novedad: lugar donde se ha estrenado la tercera parte del superhéroe creado por Stan Lee para la Marvel Comics en 1962, ha roto récords de público y taquilla en todos lados. Sólo en los EE.UU. recaudó más de 150 millones de dólares durante su primer fin de semana. Todos quieren ver al arácnido disparar sus telas de araña por la ciudad. Y bueno, para que nadie se quede fuera, la benevolente gente de Sony ha decidido que todos puedan jugar al juego. En cualquier consola. Esa sí que es novedad.

El juego en sí no dista mucho de la versión anterior: es básicamente un beat’em up en tercera persona, pero en ambiente abierto, tipo Grand Theft Auto. Obviamente, eres Spider-Man/Peter Parker y debes concretar distintas misiones alrededor de los rascacielos y la ciudad de Manhattan que, esta vez, como ciudad-escenario, es bastante más grande que en los episodios anteriores. Se agradece que al igual que en las versiones anteriores, el gran Bruce Campbell (el mozo francés en la 3ª parte) siga guiando el tutorial con sus chistes fomes. Además, y como complemento, el juego ofrece más de 30 kilómetros de subterráneos y líneas de metro.

También, el sistema de combate está mejorado y más variado, aunque no necesriamente más sencillo. De hecho, se parece bastante a las cinemáticas interactivas del God of War o del Resident Evil 4, en donde debes seguir una secuencia de botones para ver las escenas en todo su esplendor. La novedad proviene del nuevo traje negro “simbiótico” de Spider-Man, que le permite tener movidas más brutales, además de un medidor de rabia, tipo Scarface. Pero para ser francos, después de ver ciudades tan bien diseñadas como en el sensacional Crackdown, Spider-Man palidece un tanto. Sobretodo, en las versiones para PS2 y Wii.

Mi sentido arácnido está vibrando: Spidey en todo su esplendor HD, mientras se balancea por Manhattan buscando patos malos.


El juego sigue la línea central de esta tercera parte, pero además, se complementa con otras subhistorias, misiones extra y nuevos villanos clásicos del cómic que no aparecen en la película, como Scorpion, Electro, Rhino, Morbius y otros más dependiendo de la consola, eso sí.

A propósito de lo anterior, hay que insistir que el juego varía considerablemente dependiendo de la plataforma en que se juegue. Las versiones para Xbox 360 y PlayStation 3 son básicamente iguales en cuanto a gráficos y contenidos, mientras que las versiones para Wii y PS2 se ven bastante inferiores gráficamente que sus hermanos mayores. Lo que sí, la versión para Wii gana por utilizar creativamente el wiimote mientras Spidey se balancea a través de Manhattan. Tal como uno se imaginaba cuando se disfrazaba de chico. Sólo eso ya hace que valga la pena.

El juego tuvo una calificación variada en Metacritic, dependiendo, claro, de la consola en que se juegue. En todo caso, el resultado general es más bien mediocre y sí, estamos de acuerdo. Sobre todo por la ridícula curva de dificultad del juego. En fin, el home del juego, distribuido por Activision, está por acá, mientras que una versión especial del juego para Wii se puede pillar aquí.

Leer más

Reseñas·Videojuegos

Heatseeker: Explosiones Aéres Hi-Tech

Que levanten las manos los que alguna vez se sentaron a jugar ese fenomenal arcade llamado After Burner. Ya saben, ese juego que sacó Sega por allá por 1987 y que todos los que alucinamos con Top Gun nos sentíamos como Maverick piloteando un F-14 sobre el Atlántico. Fue de los primeros simuladores arcade que exitosamente lograban trasladar la emoción de manejar un avión de guerra, pero en un ambiente dinámico, sencillo de manejar y sobre todo, explosivo. En resumen, un deleite de experiencia.

El Heatseeker, desarrollado por el veterano equipo de Codemasters, se nutre de lo anterior para crear un juego que en esencia es básicamente un After Burner enchulado, a medio camino entre un simulador del tipo Ace Combat, pero con un pie puesto firmemente en los códigos del arcade tradicional. En otras palabras, sacrifica realismo por entretención.

El juego te sitúa en medio de un conflicto terrorista, según nos enteramos por un noticiario ficticio. Eres parte de un Comité Internacional de defensa que busca acabar con los planes de un dictador cargado de ojivas nucleares (¿guiño a Corea del Norte?). El juego ofrece la posibilidad de pilotear más de 30 aeronaves modernas, incluyendo el siempre popular F-15, el futurista F-35 Lightning II, el poderosísimo F-22 raptor y el siempre impresionante (aunque obsoleto) Blackbird SR-71 en misiones que cubren suelo americano, el Caribe y hasta el territorio antártico.

Pero quizás lo más destacable del juego, más allá de lo atractivo que son los combates aéreos, es el pequeño gran detalle de que al disparar misiles, una cámara adosada al proyectil permite ver la trayectoria de éste, hasta el momento de impactar (o no) al avión enemigo. Si bien al principio la cosa marea, al final termina siendo un gran agregado que permite disfrutar más profundamente al juego. Claro, siempre es agradable presenciar una flamante explosión aérea.

Qué lo pilleeeen, que lo atrapeeen: una de las lindas vistas del Heatseeker. Un juego entretenido, simpático, a ratos novedoso, pero nunca como para volverse loco.

En ese sentido, la experiencia varía por consolas. La versión para Wii, gracias a su control sensible al movimiento, permite que los controles del avión sean hechos por los movimientos físicos del jugador. Nada de mal. E incluso más entretenido.

La versión para PS2 sacó un puntaje de 61 en Metacritic, mientars que la versión para Wii, 64 (la de PSP no estaba disponible). O sea, ahí, salvando. La página oficial de Codemasters, por acá.

Leer más

Clásicos·Noticias·Videojuegos

Weekend Round Up 01/04/07: Gibson Explorer Edition


Vamos viendo. El
destacado del fin de semana se lo lleva mi amigoh Alexis Ibarra, que publicó el sábado en El Mercurio un buen artículo acerca de la novedad para los regalones que tengan una Xbox 360: la guitarra enchulada para jugar a la nueva versión next-gen del titánico Guitar Hero II (que al final es lo mismo, no nos engañemos tampoco). Pero la guitarra rocks!

Microsoft tuvo la gentileza de prestármela y es lo mejor de la vida. A diferencia de su predecesora para el PlaySation 2, esta es una réplica a la clásica Gibson Explorer, tan típica de bandas metaleras con pelos escarmenados, virtuosillos de las seis cuerdas y otros no tanto. El comentario al juego, publicado originalmente en Rolling Stone, por acá.

A propósito de Ibarra, un visión más freak del Guitar Hero II se encuentra en el insuperable sitio Cariro and Father.

IN OTHER NEWS:

  • El estupendo webzine The Escapist publicó un interesante ensayo sobre la primera generación gamer de 1976. ¿Dije ensayo? Créanme, es mucho más entretenido de lo que se pueda pensar. Los que superaron los 30 hace rato saben de lo que hablo.

  • Fanáticos de la saga Metal Gear: Gamasutra tiene (en inglés) una buena entrevista a Hideo Kojima, el para mi gusto sobrevalorado padre del popular título stealth. Allí habla de todo, incluyendo por supuesto el status del esperado por muchos Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, que debiera ser de los títulos populares de la temporada.

  • Y cómo no, la noticia freak de la semana se la lleva el Ghost Recon 2: Advance Warfighter. O más bien, Ciudad Juárez. Pasó que la gran secuela tecnolmilitar de uno de los mejores títulos iniciales de la Xbox 360 fue ¡decomisada! producto de la mala imagen que representa el juego de la ciduad mexicanota, wey. Casi de tintes surrealistas (vía The Wired Blog). Ahora, como bien apuntan los muchachos de Ecetia, lo nota positiva en México es que se están haciendo intercambios de armas por consolas. No está nada de mal. ¿Cuantos cabros de Villa Francia podrían cambiar sus pistolones por un control inalámbrico o una flamante Wii?

    Rebeldes y pendencieros, wei: los tecnosolados del GRAW II en Ciudad Juarez. Parece que dejan a los cuates peor que a los flaites vándalos de Villa Francia.
     

  • Para finalizar, el link freak va para GameSetWatch. Este artículo se refiere un recién estrenado documental titilado High Score que trata sobre la historia de un gringo cualquiera y su lucha por obtener el puntaje máximo en el clásico de Atari, Missile Command. Obviamente, feliz lo vería. A ver si lo pillamos por ahi…

Leer más

Películas·Reseñas·Videojuegos

Ghost Rider: Cabeza en Llamas

I’m the only one who can walk on both worlds. I’m Ghost Rider — Johnny Blaze.

Ghost Rider, la película basada en el cómic de la Marvel, ni siquiera fue mostrada a la prensa antes de su estreno en EE.UU. El motivo, como suele ocurrir, se debía a los malos comentarios dentro del circuito cinéfilo con la película. Incluso, se preveía que en taquilla la cinta protagonizada por Nicholas Cage iba a resultar un fracaso. Pero no. Pasó todo lo contrario y en su tercera semana la película recaudó más 100 millones de dólares. Lástima que con el juego no haya pasado algo similar.

Desarrollado por los estudios 2K Games, el juego no está desarrollado codo a codo con la película. Es más bien un híbrido que mezcla personajes del filme con situaciones del cómic original. Por ejemplo: no está Nicholas Cage ni Eva Méndez. Pero sí están Sam Elliott y Peter Fonda. O sea, en estricto rigor, no es el juego basado en la película. Aunque sí lo sea. Whatever.

El juego no es ninguna gran cosa. Es más, funciona como una copia descarada de la jugabilidad del magistral God of War, pero especialmente del Devil May Cry: manejas a Johnny Blaze en su descenso a los infiernos, y te enfrentas a un ejército genérico de monstruos de ultratumba a los que debes azotar con golpes, tu cadena o tu escopeta. A mayor cantidad de combos, más puntaje, lo que permite acceder a nuevos combos y acceso al arte original del comic, sus personajes, bocetos, etc.

Los escenarios son convencionales y la historia es lineal. Lo único que refresca es que cada cierto tiempo, Johnny Blaze pasa a manejar su motocicleta, lo que le otorga un poco de aire fresco a la monótona jugabilidad. Fuera de eso, poca novedad.

Mejor que el Transantiago: Johnny Blaze -más bien su alter ego demoníanco, Ghost Rider- recorre las autopistas del infierno en busca de seres sin alma para aporrearlos.

El juego está disponible para PS2 y PSP. En Metacritic el juego sacó un promedio de 54, mientras que la versión para PSP, sólo 48. En GameRankings obtuvo una puntuación de un 55%. Penca. ¿Son estos los últimos estertores del PlayStation 2?

Si bien todavía falta un par de títulos que le pueden sacar la última gota a la consola más exitosa de todos los tiempos –como el mismísimo God of War 2–,títulos como el Ghost Rider lo único que hacen es despedir al querido PS2 en un hálito de mediocridad. Por la dudas, la página oficial del juego se encuentra por acá

Leer más

Reseñas·Videojuegos

Elite Beat Agents: And the Beat Goes On

Agents are… GO!! — Commander Khan.

Los juegos de ritmo o rythm games la llevan. No para todos, pero sí son los que más adeptos ganan y lo que más impacto mediático han logrado en el úñtimo tiempo. Si hasta hacen bajar de peso, por Dios. Y es lógico: generan interactividad real entre el juego y el jugador, cosa que las viejas generaciones nunca lograron del todo. Y gracias a las nuevas teconologías, una de las mejores plataformas para experimentar este tipo de juegos es en el muy portátil y cool Nintendo DS, que poco a poco se consolida como la consola más popular actualmente en el mercado.

Gracias a su pantalla sensible al tacto (como una Palm), la interactividad de la consola es muy fluida y cómoda (“touching is good”, como decía su slogan). Así, las posibilidades son ilimitadas y juegos rítmicos como Elektroplankton o Digasso! Band Brothers son buenos ejemplos de este nuevo subgénero. Pero sin duda, el juego que más ha dado que hablar es el bizarro Elite Beat Agents, secuela no oficial de otro juego rítmico llamado Osu! Tatakae! Ouendan! que tuvo bastante éxito en su Japón natal, y juego freak por antonomasia.

Como buen juego japonés, su premisa es, al menos, bizarra: tres agentes secretos vestidos como los Perros de la Calle, pero con mejores coreografías de baile, se dedican a salvar a civiles con diversos “problemas” alrededor del mundo. Y es acá donde la cosa se pone decididamente freak: supongamos que una babysitter tiene que controlar a unos chiquillos que tiene a su cuidado. O un director de cine que debe sacar a cómo de lugar un taquillazo o un beisbolista que debe luchar contra un monstruo lanzafuego (!). Entonces, suena la alarma, un jefe -el Comandante Khan- da la orden y aparece el trío en cuestión.

Y la manera de solucionar los inconvenientes es realizando coreografías de baile al son de populares canciones de Sum 41, Avril Lavigne, Deep Purple, Madonna, Jamiroquai, David Bowie y hasta los muy actuales Good Charlote, entre muchas otras. El jugador debe seguir el ritmo de la canción en tres tandas (que son ilustradas divertidamente al estilo de un cómic japonés) a través de distintos puntos que hay que marcar en la pantalla táctil. Si no le achunta al ritmo, fracasa en la misión.

Al momento de ser estrenado, el juego obtuvo una excelente recepción por parte de la prensa (fue ganador de varios premios 2006 y en GameRankings obtuvo un puntaje de 87 ) y no tardó mucho en ser uno de los títulos más populares del Nintendo DS.

La verdad sea dicha, para quienes estén más acostumbrados al trazado original de un juego de video, este juego puede ser de verdad la novedad del año. O la peor compra de la vida. Se recomienda entonces sólo a almas aventureras con ganas de romper la rutina.

Leer más

Entrevistas·Reseñas·Videojuegos

Superman Retruns: Es un Ave, Es un Avión… ¡es un Ladrillo!

Superman Returns es el clásico ejemplo del juego que acompaña (tardíamente) a una película taquillera. Eso no es ninguna novedad, Casi todas las películas lo hacen. El detalle es que curiosamente, el resultado es igual de mediocre que la película que inspiró a este título. Y eso que ambos medios prometían. Pero no.

De partida, y también al igual que la película, el juego busca reinventar todo lo conocido referente al Hombre de Acero y los videojuegos (¿alguien recuerda el arcaico y pixelado Superman del Atari 2600?). Recordemos que los últimos títulos disponibles –The Man of Steel, Shadow of the Apokalipse, por ejemplo–, han dejado bastante que desear.

El juego te pone como el ser indestructible que eres, custodio de la gran ciudad de Metrópolis. En ese sentido, nunca mueres, pero sí pierdes el juego cuando el “control de daños” de la ciudad se acaba. De la misma manera, Superman cuenta con todos los poderes que lo han hecho famoso: súper aliento helado, visión de rayos x y calórica, fuerza sobrehumana, y cómo no, la posibilidad de volar a la velocidad del sonido. Este último detalle es particularmente atractivo y puede ser uno de los buenos momentos del juego. Eso, aemás de las impresionantes vistas (en alta definición) de la ciudad y su entorno, el cielo y sus detalles. Pero más allá de eso, poco.

¡A luchar por la justicia! Se supone: Superman domina el esplendor de Metrópolis. Lástima que el juego sea tan esplendoroso como se ve en la fotito.


El juego no sólo es sumamente complicado y engorroso a la hora de aprender todo el accionar de los comandos y los golpes. Además, cuenta con una tediosa y poco atractiva curva de dificultad que transforma la experiencia en algo finalmente repetitivo y frustrante. Irónico, lo mismo pasó con la película.

En fin. Las reseñas en general no fueron muy buenas que digamos. El puntaje para la versión para Xbox 360 obviamente es má alta que la versión para Playstation 2 y Xbox. Yo probé la versión para Xbox 360. Metacritic le dio un puntaje de 52, y Game Rankings un promedio de 55.1%.

Y a propósito, GameDaily publicó hace poco una entrevista con el mismísimo Brandon Routh (es decir, el nuevo Superman) a propósito de la película y claro, el videojuego. Todo eso, acá.

Leer más

Películas·Reseñas·Videojuegos

Reservoir Dogs: Tiempos Violentos

Was that as good for you as it was for me? — Mr. Blonde.

Es lógico que Hollywood sea una fuente de inspiración a la hora de trasladar buenas –y populares– historias al mundo gamer. Siempre ha sucedido. A veces (las menos) es al revés. Es más, actualmente, pensar en una película de acción, horror o familiar/infantil (como X-Men, Piratas del Caribe, Miami Vice, La Casa del Horror, etc.) sin su tie-in correspondiente, es decir, su videojuego-valor-agregado es impensado. Y por cierto, también una mala estrategia de marketing. El detalle interesante en este crossover de medios es cuando películas oscuras, olvidadas o de culto son trasladadas a las consolas.

Generalmente, los resultados son buenos: está el caso excepcional de The Warriors (1979), El Padrino (1972) o Scarface (1983). Y ojo que se viene la versión gamer de Harry el Sucio para el PS3 (se supone). O sea, los diseñadores se están poniendo un poquito más cinéfilos a la hora de seleccionar sus películas. Bravo por eso.

Reservoir Dogs, que acá se dio a conocer como Perros de la Calle, es el nuevo y hasta sorpresivo ejemplo. No sólo fue el explosivo debut de Tarantino en las grandes ligas, sino que además marcó un nuevo standard de cool a la hora de realizar películas, cosa que un par de años más tarde fue ley luego del estreno de Pulp Fiction. Es entendible la elección. Buena película, personajes que destilan estilo y cool, violencia y mucho disparo. Podría ser un episodio de la saga Grand Theft Auto, pero no. Se parece un poco, eso sí.

Además, su promoción partió con el pie dercho: antes de su estreno, el juego ya había levantado polémicas –incluso prohibición en Australia– debido a su violento contenido, que no es tan-tan escandaloso para ser sinceros.

Claro, porque el juego se erige como un shooter en tercera persona, en donde además hay que manejar y evadir a la policía, como en la película. Obvio. La pregunta, claro, va más en relación a preguntarse si el juego le hace justicia a la fuente original. Y la respuesta es a medias, tirada a no. Seguro: están los personajes, la estética gráfica, las corbatas y trajes negros, el soundtrack y hasta la voz del mismísimo Michael “Cortaorejas” Madsen como Mr. Blonde. Pero si somos honestos, la verdad es que la película, salvo algunas secuencias, se desarrolla principalmente en un galpón. El robo no se ve y el escape, apenas.

De hecho, es una excusa para introducir los personajes. Entonces, los diseñadores del juego se han tomado varias libertades para estirar el guión del juego que puede o no molestar. Eso, sin contar que al final, fue sólo Michael Madsen quien prestó su voz y figura como uno de los personajes. El resto sólo se parece. Un poco.

 

"Hey, I’ve changed my mind. Shoot this piece of shit, will ya?": Y este señor es… uno que se parece a uno de los Perros de la Calle originales.


Ahora, para contestar la pregunta del millón: ¿existe la posibilidad como Mr. Blonde de cortarle la oreja al policía? Pues sí. Se puede. Y con eso ya el juego vale la pena. Por un rato.

A Reservoir Dogs (desarrollado por Volatile Games y distribuido por Eidos Interactive), Metacritic le otorgo nota 53, mientras que Game Rankings, 57. Está disponible para PC, XBox y Playstation 2 y el link a la página oficial está por acá.

Leer más

Reseñas·Videojuegos

Coming Soon at Your Xbox 360

El otro día, Microsoft tuvo la gentileza de invitarme a jugar algunos de sus nuevos títulos para la Xbox 360 en una gloriosa tele de plasma de 42". Ok, eran sólo demos, pero para estar jugando toda una tarde, estuvo bien. Son previews y valen. Acá, los comentarios preliminares:


Lost Planet (Capcom / Capcom)


Interesante shooter en tercera persona que recuerda la jugabilidad del Rogue Trooper, en donde el protagonista se transforma en un súper soldado que en un atmosférico paraje helado debe lidiar contra a) unos bichos estilo Starship Troopers y b) otros soldados enemigos. Hay elementos destructibles dentro del entorno (de donde sacas energía) y está el clásico arsenal de armas de distinto calibre. Nada del otro mundo.

Saints Row (Voilition / THQ)


Una copia descarada al modelo del Grand Theft Auto. Es difícil poder apreciar este juego por sus propios méritos, porque de verdad la imitación es burdísima. Ok, hay ciertos elementos gráficos (recordemos que esto es la 360) que hacen que el juego en general luzca más atractivo, pero eso es sólo maquillaje. Una patudez del porte de un buque, aunque igual cautiva. Sólo para fanáticos del free roam o para saciar la sed en espera del Grand Theft Auto IV.

Ninety Nine Nights (Q Entertainment / Microsoft)


Épico e intenso. Así es este juego, con una estética medieval ajaponesada, en donde las batallas implican luchar con cientos de enemigos blandiendo una enorme espada que, gracias a varios combos y técnicas, puede dejar la crema. La lata es que a veces, cuando te matan, debes repetir las batallas que a veces son medio lateras y hasta repetitivas. Mucha apretada de botón, que agota un tanto. De todos modos, un buen título con harto potencial.

Leer más

Reseñas·Videojuegos

God Hand: Chuletazos Freak a la Japonesa

“A Ball-Bustingly Hard Game. But Fair.”—Trailer de God Hand.

Clover Studios debe ser una de las tiendas de videojuegos más freak que existe. Son japoneses, por supuesto. Pero por dios, ¿qué clase de arroz come esta gente? Ya había comentado en otro post la hermosa rareza sicodélica de Okami y este nuevo título, épicamente bautizado como God Hand, confirma lo anterior.

El juego es un beat’em up ceado por Shinji Mikami (padre del Resident Evil) en donde el único objetivo es repartir chuletas a diestra y siniestra de la manera más vistosa posible. Algo así como los nietos anfetaminados del ochentero Double Dragon. El juego está ok, en donde los combos para repartir combos (tsk, tsk) se aprenden rápido y si se aplican bien, son sumamente efectivos. Hasta ahí todo bien. Pero en donde el juego se vuelve chistoso es en la historia. Y los personajes. ¡Y los diálogos!

En rigor, el juego es un western. Pero japonés. Con personajes sacados del manga más delirante posible. Como una mezcla entre los monos del Mortal Kombat cruzados con los de Dragon Ball Z. Pero en el lejano oeste, con saloons y todo. La historia versa sobre Gene, un poderoso guerrero que logró derrotar a Satán (!) gracias a sus poderosos brazos sobrehumanos –la mano de dios, pero no de la de Maradona– con los que fue bendecido al nacer. O algo así, qué importa.

Pero lo que hace sobresalir a este juego son los pequeños detalles que lo acompañan. Desde la banda sonora, mezcla entre banda de sonido spaghetti western de Ennio Morricone, fusionado con tecno y música surf, a los insanos diálogos que incluso se ríen astutamente de los clichés de los mismos videojuegos. Onda al final de una etapa “¡al fin, un boss de verdad!”.

El sentido del humor es sin sentido y por eso, genial: entre las combos se cuenta una patada trasera a los cocos del oponente, uppercuts que envían a la víctima al espacio sideral y sartenazos en la cabeza (¡con risas grabadas de fondo!). Eso, sin contar a un par de bosses escandalosamante miéchicas y a unos extraños coqueteos con la cultura XXX, con revistas porno y spanking incluido. Sólo por eso, el juego vale totalmente la pena.

"¡Poderes de los gemelos fantásticos actívense!": los bosses gay de God Hand.


La lata, tal como lo dice el trailer del juego, es que es increíblemente difícil. Algunos monos (como un apestoso demonio azul con media cabeza) son muy difíciles y aparecen demasiado seguido. Y empezar de nuevo las etapas puede llegar a ser muy frustrante. Y lo otro es que, bueno, a pesar de que los diálogos sean en un perfecto inglés, los menús son lamentablemente en nipón.

De todos modos un pequeño hallazgo freak para alegrar un rato el fin de semana. Y ojo, está disponible sólo para el PS2. El link oficial del juego (vale la pena) está acá.

Leer más