Hace algunas semanas estuvo Anthony Bourdain en nuestro país. Ya saben, el famoso chef del programa Sin Reservas que es transmitido en el cable. Es cierto, el tipo es choro, carismático, sabe de lo que habla y su programa es entretenido y un éxito.
Pero si a mí me preguntan, me quedo con Jamie Oliver. Más casual, menos estrambótico y más parecido a un amigo que podríamos tener, Oliver es un tipo que realiza suculentos platos con un simpleza abominable, de esa que uno dice “¡pero si eso yo lo podría hacer!”.
Además, el tipo cocina para sus amigos, no para la tele. Oliver es un tipo generoso. Y además, es el único chef que conozco que tiene un juego de video…