Para quienes ya superaron la barrera de los 30, pensar en el Tetris es transportarse en un viaje relámpago hacia la nostalgia ochentera de los Delta, en una época en donde los juegos de puzzles eran algo totalmente original y novedoso, que se alejaba radicalmente de los clásicos shooters donde la consigna era matar marcianitos. Claro, acá el objetivo del juego era simplemente armar filas en un espacio determinado, a partir de distintas piezas geométricas que iban cayendo sin parar y cada vez a mayor velocidad.
La simpleza del juego y la infinita creatividad del armado de las piezas para formar un “tetris” (es decir, borrar cuatro filas simultáneamente) transformaron el título en uno de los juegos más populares e imperecederos de la historia de los videojuegos, fama que ostenta hasta el día de hoy y con nuevas generaciones, a tal punto que ha sido trasladado prácticamente a todas las plataformas de juego existentes, además de celulares, calculadoras y otros chiches y en miles de variaciones.
El juego suena a ruso y es porque de verdad su origen es soviético. Creado en junio de 1985 por Alexei Pajitnov, esta enésima versión del juego, creada especialmente para el Nintendo DS, posee algunas particularidades que lo hacen un must para fanáticos de los juegos de puzzle.
De partida, el juego está diseñado para jugarlo vía wi-fi con hasta cuatro jugadores, o hasta 10 jugadores locales (¡con sólo un cartucho del juego!) en partidas competitivas múltiples. Eso ya es impagable y sumamente entretenido. Por cierto, si no te gusta sociabilizar online, siempre puedes tener al computador como tu contrincante.
Pero además, el juego consta de seis variedades sobre el juego original. Está el clásico Tetris, pero también hay modalidades en que hay que completar “misiones”, o mover bloques con el stylus, entre otras variaciones, seis en total que alargan gratamente la vida útil del juego.
Pero quizás el detalle que más llame la atención es la total ausencia de los ingredientes rusos originales (como el cosaco bailarín). En vez, el juego está representado por diversos íconos de la factoría Nintendo. Así, en la seis distintas modalidades, podemos encontrarnos con Mario, Donkey Kong, Zelda, Metroid, el Ice Climber y otros monos más de ese universo. Para bien o para mal. Como si reemplazaran el vodka por sake. Personalmente, eché de menos la música del juego original. Pero ya se sabe: son las nuevas generaciones las que mandan.
El juego salió en Marzo del 2006 y en Metacritic obtuvo un puntaje de 84. Nada de mal. Justificado, incluso, considerando que hasta ahora es de lo mejorcito -y más entretenido- que he jugado en la DS.
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